Conjunto de seis episodios televisivos absolutamente sobrevalorados por gran parte de la crítica.

1. No se trata de un largometraje en sentido estricto. Los episodios no tienen más ligazón que la continuidad sucesiva dentro del celuloide. La única relación temática que se puede abstraer es, como apuntó el crítico Jorge García, la postulación de procedimientos justificativos de actos particulares de "justicia por mano propia" (expresión antinómica si las hay, pues no existe justicia en una acción reivindicativa particular que omita el sometimiento a las normas generales de una organización social).

2. Ideológicamente es un film reaccionario y misántropo, ya que postula que el hombre es el lobo del hombre y la violencia que exhibe no es liberadora ni emancipadora sino meramente egoísta, reactiva y conservadora. Los individuos actúan violentamente no organizados colectivamente en lucha contra las relaciones sociales opresoras en pos de una superación de la injusticia inherente a ese sistema, sino que actúan como lobos solitarios, violentos ante la pérdida de la comodidad pequeño burguesa que deberían tener o por odio lumpen.

3. Los episodios no acabn de ser narrativamente suficientemente ricos y complejos. El director presume de oscuridad hasta un cierto punto pero no es capaz de llevar la sseriedad de los temas que propone hasta sus últimas consecuencias; en su lugar prefiere escapar de la complejidad con chascarrillos de humor negro. Tira la piedra y luego esconde la mano.

4. En este sentido, el film no es más que un ejercicio de una impostura cínica enojosa. Pretende decir en voz alta asuntos complejos, controvertidos social y moralmente, pero luego escapa con argucias, trucos de mago y malabares a una tratamiento que debería estar a la altura de lo que propone como objeto de su discurso.