El cine de Clint Eastwood en su mayoría es totalmente transparente, no encontramos metáforas especialmente ingeniosas, ver sus películas puede resultar algo tan sencillo como ponerse el pijama o tomarse un vaso de agua, lo cual en determinadas ocasiones puede ser incluso el mejor momento del día.
Esta película a mi entender viene en este momento que ni pintada y esto lo digo no sólo como español sino pensando en los yankees y su Obama.
Me quedo con una frase "Puede ganar las elecciones, ¿pero podrá dirigir un país?". Que cada cual saque sus conclusiones. No es la única que deba pasar a la posterioridad en un marco que lo hace propicio sin llegar a ser idealista.
Considero un gran acierto esta película como continuación a Gran Torino y como homenaje a un personaje fundamental en la historia mundial del que Clint estará orgulloso, no en vano también demostró tener unos cojones más grandes que el caballo de El Espartero, además de ser actualmente el más grande director según sigue todavía demostrando con su filmografía.