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España España · Donostia-San Sebastián
Voto de Keichi:
8
Comedia. Drama. Romance Antoine y Christine son una pareja de recién casados. Mientras él se gana la vida vendiendo flores secas por las calles de París, su mujer imparte clases de violín. Pasa el tiempo y tienen un bebé, pero Antoine, que sigue siendo un hombre emocionalmente inestable e inmaduro, tiene una aventura extramatrimonial. (FILMAFFINITY)
8 de septiembre de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cuarta entrega de las aventuras del antihéroe de Truffaut presenta a un protagonista recién casado. Antoine ha consumado la relación que iniciara con Christine en Besos robados pero sigue siendo un bohemio con tendencia a la ensoñación y el infantilismo. El director lo retrata una vez más con ternura, tanto en sus absurdos oficios -vendedor de flores tintadas, operario de maquetas de barcos- como en esa mirada ingenua que prefiere el vuelo de los pájaros a la realidad del suelo, pero esta actitud le costará cara cuando se embarque en una aventura amorosa con una joven japonesa (Hiroko Berghauer). Aunque la excentricidad de algunas de las situaciones de la película pueda parecer excesiva, Truffaut sabe hacer creíble al protagonista, consiguiendo incluso que la conversación telefónica en la que este se queja de su amante a su mujer no chirríe.

Truffaut vuelve a recurrir a una serie de gags en los que lo cotidiano se mezcla con el surrealismo, la paternidad, la vida burguesa o el matrimonio. Así sucede con la excéntrica comunidad de vecinos que podría encontrar su eco en los parroquianos del café de Amélie. Como viene siendo habitual, los homenajes del film son incontables, desde el Hulot de Jacques Tati que irrumpe en la estación a la intervención del imitador televisivo citando a Resnais o las autorreferencia a Besos robados. Especialmente bien están Jean-Pierre Léaud y Claude Jade -convertida en una especie de clon risueño de Catherine Deneuve- a los que acompañan secundarios habituales del director como Daniel Boulanger o el habitual cameo del productor Marcel Berbert. Se consolida también el tándem Duhamel-Almendros. En definitiva, una excelente comedia y probablemente la mejor de las películas de la serie de Atoine Doinel desde Los 400 golpes.
Keichi
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