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Voto de seagal4ever:
9
7,3
9.533
Aventuras. Drama. Thriller
Cuatro amigos que viven en la ciudad deciden pasar un fin de semana en los Montes Apalaches, lejos de sus familias y los problemas de la oficina. Quieren bajar en canoa un río que atraviesa un bosque que pronto será inundado para la construcción de una presa. Todo parece ir bien pero, tras una jornada placentera, el encuentro con los locales convierte la excursión en una angustiosa pesadilla. (FILMAFFINITY)
13 de diciembre de 2009
34 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Vaya con el cuñado! No, no me estoy refiriendo al Risitas ni a su inseparable compañero, Peito. Cualquiera que haya visto el filme (y que lo tenga reciente) probablemente sepa a lo que me refiero, y el que no lo haya visionado aún, que no se preocupe pues no se trata de ningún destripe ni nada por el estilo, es simplemente un detalle mínimo pero bastante curioso e interesante, y que tiene más relevancia de la que aparenta. Ya lo comentaré más en profundidad en la zona de spoilers.
Pero vayamos al meollo del asunto. Nos encontramos ante una nueva obra maestra del señor John Boorman (y ya van...). Boorman es un cineasta dotado de una capacidad innata para reflejar de manera absolutamente pasmosa, pero al mismo tiempo con gran sencillez, los sentimientos y las sensaciones humanas. En este caso, el filme se centra fundamentalmente en cuatro figuras: cuatro hombres de negocios que deciden pasar un lúdico fin de semana atravesando un río que en breve será abnegado para situar en su lugar un embalse. Su excursión será una buena manera de liberar las tensiones del trabajo y de entrar en contacto con la naturaleza, pero la feliz travesía se verá truncada cuando suceda un desagradable incidente.
El guión es, simplemente, espectacular. Está basado en una obra de James Dickey, quien en el filme hace también las labores de guionista. La plasmación del mismo en imágenes por parte de Boorman logra crear un complejo filme que disecciona por completo la naturaleza humana y sus más viscerales comportamientos. Los personajes poseen una profundidad nada habitual, y todo el conjunto de la obra logra transmitir un realismo casi mágico que, sin duda, potencia y maximiza las dramáticas situaciones que se van sucediendo a lo largo del relato.
Pero vayamos al meollo del asunto. Nos encontramos ante una nueva obra maestra del señor John Boorman (y ya van...). Boorman es un cineasta dotado de una capacidad innata para reflejar de manera absolutamente pasmosa, pero al mismo tiempo con gran sencillez, los sentimientos y las sensaciones humanas. En este caso, el filme se centra fundamentalmente en cuatro figuras: cuatro hombres de negocios que deciden pasar un lúdico fin de semana atravesando un río que en breve será abnegado para situar en su lugar un embalse. Su excursión será una buena manera de liberar las tensiones del trabajo y de entrar en contacto con la naturaleza, pero la feliz travesía se verá truncada cuando suceda un desagradable incidente.
El guión es, simplemente, espectacular. Está basado en una obra de James Dickey, quien en el filme hace también las labores de guionista. La plasmación del mismo en imágenes por parte de Boorman logra crear un complejo filme que disecciona por completo la naturaleza humana y sus más viscerales comportamientos. Los personajes poseen una profundidad nada habitual, y todo el conjunto de la obra logra transmitir un realismo casi mágico que, sin duda, potencia y maximiza las dramáticas situaciones que se van sucediendo a lo largo del relato.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Creo que todos estaremos de acuerdo en que el momento cumbre de la película es la escena del contacto con los lugareños y la posterior violación. Es difícil explicar con palabras la riqueza de sensaciones que provoca esa escena: desconcierto, rabia, frustración, odio... Un cúmulo de emociones que, en vista de la situación y de su desarrollo, consigue helar por completo la sangre. Sólo por esta secuencia ya merecería la pena visionar el filme: es tan inolvidable como angustiosa. Surrealista, pero al mismo tiempo hiperrealista. Una lección de dirección y de actuación.
"Defensa" es uno de esos filmes que consiguen absorber por completo al espectador. Cuenta con un ritmo auténticamente endiablado (baste decir que la escena de la violación sucede a la hora de metraje, y sin embargo, durante toda esa hora no hay un solo momento de bajón ni estancamiento). La película funciona como un auténtico reloj suizo a nivel narrativo.
Sobre el reparto, qué decir. Jon Voight, Burt Reynolds, Ned Beatty y Ronny Cox están insuperables. Cada uno de ellos realiza uno de los papeles de su vida, con gran cantidad de momentos memorables para elegir: cómo olvidar el duelo de banjos que protagoniza el personaje de Drew; o a Bobby desnudo y siendo obligado a gemir como un cerdo mientras el granjero le persigue riéndose; o a Ed apuntando con el arco a uno de los degenerados mientras el pulso le tiembla de manera irremediable; o a Lewis quejándose de dolor durante toda la segunda mitad del filme. Momentos puntuales de un mosaico de proporciones inmensas que consigue transmitir como pocos la pérdida del sentido cívico ante situaciones límite, y cómo en esos momentos, el afán de supervivencia se apodera de todos.
Me estoy quedando sin espacio y aún tengo demasiadas cosas que comentar, así que seré muy breve. El ascenso del acantilado por parte de Ed me parece uno de los pocos elementos negativos del filme. Parece como si toda su vida se hubiera dedicado al alpinismo, y logra restar una cierta credibilidad a la historia. Sobre lo del cuñado, simplemente se trata de un comentario que dice uno de los policías de la zona a Ed y al sheriff, cuado les informa que su cuñado ha desaparecido hace tres días (por tanto se trata de uno de los perturbados que les atacaron y, como bien dijo Lewis, si les juzgarán en aquel lugar, probablemente el jurado estaría lleno de parientes porque todos están vinculados familiarmente entre ellos, con las consiguientes taras mentales que ello produce y que se muestran en el filme sin pudor alguno).
Y, definitivamente, me quedé sin espacio. Pero todo lo que pueda decir no podrá llegar a hacer justicia a la experiencia que supone ver esta película. Boorman es un tío grande, y si encima le proporcionas un guión brillante y unos actores en estado de gracia, el resultado sólo puede ser "Defensa", un filme que roza la perfección. Imprescindible.
"Defensa" es uno de esos filmes que consiguen absorber por completo al espectador. Cuenta con un ritmo auténticamente endiablado (baste decir que la escena de la violación sucede a la hora de metraje, y sin embargo, durante toda esa hora no hay un solo momento de bajón ni estancamiento). La película funciona como un auténtico reloj suizo a nivel narrativo.
Sobre el reparto, qué decir. Jon Voight, Burt Reynolds, Ned Beatty y Ronny Cox están insuperables. Cada uno de ellos realiza uno de los papeles de su vida, con gran cantidad de momentos memorables para elegir: cómo olvidar el duelo de banjos que protagoniza el personaje de Drew; o a Bobby desnudo y siendo obligado a gemir como un cerdo mientras el granjero le persigue riéndose; o a Ed apuntando con el arco a uno de los degenerados mientras el pulso le tiembla de manera irremediable; o a Lewis quejándose de dolor durante toda la segunda mitad del filme. Momentos puntuales de un mosaico de proporciones inmensas que consigue transmitir como pocos la pérdida del sentido cívico ante situaciones límite, y cómo en esos momentos, el afán de supervivencia se apodera de todos.
Me estoy quedando sin espacio y aún tengo demasiadas cosas que comentar, así que seré muy breve. El ascenso del acantilado por parte de Ed me parece uno de los pocos elementos negativos del filme. Parece como si toda su vida se hubiera dedicado al alpinismo, y logra restar una cierta credibilidad a la historia. Sobre lo del cuñado, simplemente se trata de un comentario que dice uno de los policías de la zona a Ed y al sheriff, cuado les informa que su cuñado ha desaparecido hace tres días (por tanto se trata de uno de los perturbados que les atacaron y, como bien dijo Lewis, si les juzgarán en aquel lugar, probablemente el jurado estaría lleno de parientes porque todos están vinculados familiarmente entre ellos, con las consiguientes taras mentales que ello produce y que se muestran en el filme sin pudor alguno).
Y, definitivamente, me quedé sin espacio. Pero todo lo que pueda decir no podrá llegar a hacer justicia a la experiencia que supone ver esta película. Boorman es un tío grande, y si encima le proporcionas un guión brillante y unos actores en estado de gracia, el resultado sólo puede ser "Defensa", un filme que roza la perfección. Imprescindible.