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Voto de seagal4ever:
7
6,9
86.589
Intriga. Aventuras. Terror. Fantástico
Norteamérica, finales del siglo XVIII. El condestable Ichabod Crane (Johnny Depp), un investigador de Nueva York que utiliza avanzados métodos de averiguación, es enviado al pequeño y remoto pueblo de Sleepy Hollow para descubrir qué hay de verdad en la leyenda de un jinete sin cabeza que aterroriza a los habitantes del lugar. (FILMAFFINITY)
8 de diciembre de 2009
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nueva colaboración entre el siempre eficaz tándem Tim Burton-Johnny Depp. En esta ocasión nos encontramos ante la adaptación cinematográfica de la obra "La leyenda del jinete sin cabeza", escrita por Washington Irving a principios del siglo XIX. Existe una adaptación anterior realizada por la Walt Disney en 1958. La historia narra la llegada a Sleepy Hollow del detective Ichabod Crane (Johnny Depp), enviado desde Nueva York para resolver un caso que, nunca mejor dicho, trae de cabeza a los habitantes del pueblo. Durante los últimos días, un jinete sin cabeza se ha dedicado a cortar la cabeza de un puñado de vecinos de la zona, y nadie sabe qué o quién puede estar detrás. El joven detective Crane, pese a su evidente escepticismo, se enfrentará a la situación valiéndose de sus modernas tecnologías.
Estéticamente nos encontramos ante una obra mayúscula. El diseño de producción es fascinante. La atmósfera que consigue transmitir el filme es arrolladora, con esos paisajes en perpetua niebla. La inclusión de los elementos tecnológicos de Crane dota a la película de un cierto toque de steampunk (siglo XIX -aunque en esta ocasión, técnicamente se trata del siglo XVIII- más tecnologías modernas) de lo más refrescante. Incluso me atrevería a decir que deberían haber aprovechado más esta vertiente tecnológica, en lugar de dejarla en un claro segundo plano como al final termina sucediendo.
A nivel interpretativo, y como suele ser habitual, Johnny Depp brilla con luz propia. El actor de Kentucky eclipsa a todo el reparto en su conjunto, desde Christina Ricci al eterno actor de segunda Casper Van Dien. Solamente Christopher Walken logra tener la entidad suficiente como para hacerle sombra a Depp, y no es tanto por sus méritos interpretativos como por el jugoso personaje que le toca interpretar. Se agradece la aparición de grandes clásicos como Christopher Lee o Martin Landau.
Estéticamente nos encontramos ante una obra mayúscula. El diseño de producción es fascinante. La atmósfera que consigue transmitir el filme es arrolladora, con esos paisajes en perpetua niebla. La inclusión de los elementos tecnológicos de Crane dota a la película de un cierto toque de steampunk (siglo XIX -aunque en esta ocasión, técnicamente se trata del siglo XVIII- más tecnologías modernas) de lo más refrescante. Incluso me atrevería a decir que deberían haber aprovechado más esta vertiente tecnológica, en lugar de dejarla en un claro segundo plano como al final termina sucediendo.
A nivel interpretativo, y como suele ser habitual, Johnny Depp brilla con luz propia. El actor de Kentucky eclipsa a todo el reparto en su conjunto, desde Christina Ricci al eterno actor de segunda Casper Van Dien. Solamente Christopher Walken logra tener la entidad suficiente como para hacerle sombra a Depp, y no es tanto por sus méritos interpretativos como por el jugoso personaje que le toca interpretar. Se agradece la aparición de grandes clásicos como Christopher Lee o Martin Landau.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Tim Burton va a lo suyo. Contando esta vez con un gran presupuesto (más de 65 millones de dólares) logra un producto visualmente muy atractivo que, pese a todo, mantiene un omnipresente toque de serie B a lo largo de todo el metraje. Las escenas de acción están resultas con total eficacia y, sin duda alguna, los ataques por parte del jinete sin cabeza a sus víctimas son el punto fuerte de la película. La contundencia que muestra en sus golpes y la explicitud de la violencia son todo un soplo de aire fresco (la escena en que la cabeza de una de las desdichadas víctimas del jinete termina en la entrepierna del personaje de Depp es demoledora). El guiño que hay hacia la película de los años '30 "El doctor Frankenstein", con el molino en llamas, es bastante evidente y pertinente.
Y como pequeño defecto, no puedo evitar mencionar que esa mezcolanza entre terror y humor no termina de cuajar del todo bien. No niego que en algún momento funcione (como la escena anteriormente mencionada), pero en líneas generales la fórmula dista bastante de mostrarse sólida. En muchos momentos, esos elementos humorísticos logran sacarte de la trama (un claro ejemplo es cuando el detective Crane está con la bruja y a ésta la lengua y los ojos se la salen de las órbitas: no viene a cuento, sinceramente). Como éste hay otros tantos ejemplos que, francamente, desentonan bastante con el enigmático y asfixiante ambiente general que logra trasmitir el filme.
Burton logra una estimable película que destaca, sobre todo, por su gran poderío visual: la recreación de la recargada y opresiva atmósfera es una de las grandes virtudes del filme. Sin embargo, la inclusión de los pequeños fragmentos de humor presentes a lo largo de todo el metraje termina por restar "verosimilitud" a la propuesta (sé que verosimilitud no es precisamente la palabra adecuada cuando estamos hablando de un tío sin cabeza que va matando a gente, pero creo que se entiende lo que quiero decir). Pese a todo, nos encontramos ante una refrescante propuesta con una interesante historia (el guión, por cierto, es obra de Andrew Kevin Walker); la gran banda sonora del habitual Danny Elfman logra la puntilla definitiva para considerar a éste filme una más que digna adaptación de la obra de Washington Irving.
Y como pequeño defecto, no puedo evitar mencionar que esa mezcolanza entre terror y humor no termina de cuajar del todo bien. No niego que en algún momento funcione (como la escena anteriormente mencionada), pero en líneas generales la fórmula dista bastante de mostrarse sólida. En muchos momentos, esos elementos humorísticos logran sacarte de la trama (un claro ejemplo es cuando el detective Crane está con la bruja y a ésta la lengua y los ojos se la salen de las órbitas: no viene a cuento, sinceramente). Como éste hay otros tantos ejemplos que, francamente, desentonan bastante con el enigmático y asfixiante ambiente general que logra trasmitir el filme.
Burton logra una estimable película que destaca, sobre todo, por su gran poderío visual: la recreación de la recargada y opresiva atmósfera es una de las grandes virtudes del filme. Sin embargo, la inclusión de los pequeños fragmentos de humor presentes a lo largo de todo el metraje termina por restar "verosimilitud" a la propuesta (sé que verosimilitud no es precisamente la palabra adecuada cuando estamos hablando de un tío sin cabeza que va matando a gente, pero creo que se entiende lo que quiero decir). Pese a todo, nos encontramos ante una refrescante propuesta con una interesante historia (el guión, por cierto, es obra de Andrew Kevin Walker); la gran banda sonora del habitual Danny Elfman logra la puntilla definitiva para considerar a éste filme una más que digna adaptación de la obra de Washington Irving.