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Voto de seagal4ever:
8
7,6
6.503
Drama
Fiel adaptación para el cine de la obra homónima de Shakespeare. Terminada la guerra civil entre César y Pompeyo (49-46 a. C.), César se convierte en dictador vitalicio y concentra en su persona todos los poderes, lo cual implica, de hecho, la desaparición de la República. En el año 44 a. C., Casio y Bruto, dos nobles romanos defensores a ultranza de las libertades republicanas, encabezan una conjura contra el dictador, que es asesinado ... [+]
2 de noviembre de 2009
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magistral adaptación de la no menos emblemática obra de William Shakespeare centrada en la conspiración que algunos de los hombres de confianza del César tejieron para quitarle de en medio. El motivo: la creencia por parte de este grupo de hombres de que el César estaba ambicionando demasiado poder, y en última instancia, que iba a restaurar la monarquía en Roma.
Dirigida con un total dominio del pulso narrativo y de la puesta en escena por parte de Mankiewicz, la película es, y hay que aceptarla como tal, una adaptación de una obra teatral. Sin embargo, y pese a la evidencia de los decorados, es de tal magnitud y categoría el texto de Shakespeare que una vez aceptamos tal convención lo único que nos queda es sentarnos y disfrutar durante casi dos horas de una maravillosa historia de traiciones e intrigas políticas en las altas esferas del poder romano.
Dirigida con un total dominio del pulso narrativo y de la puesta en escena por parte de Mankiewicz, la película es, y hay que aceptarla como tal, una adaptación de una obra teatral. Sin embargo, y pese a la evidencia de los decorados, es de tal magnitud y categoría el texto de Shakespeare que una vez aceptamos tal convención lo único que nos queda es sentarnos y disfrutar durante casi dos horas de una maravillosa historia de traiciones e intrigas políticas en las altas esferas del poder romano.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La película no se centra tanto en la planificación a nivel técnico de la conspiración para acabar con Julio César, sino más bien en la planificación a nivel ideológico. Así, somos testigos de cómo gracias a las dotes persuasivas de Casio (el auténtico cerebro e instigador de toda la trama) se van añadiendo progresivamente más y más senadoras a la causa, entre ellos un dubitativo en principio y convencido a la larga Bruto, que será el encargado de dar la puñalada mortal a su incrédulo amigo el César.
Las interpretaciones están a un altísimo nivel y en los casos de Marlon Brando (como Marco Antonio) y James Mason (como Bruto) rozan la perfección. Los diálogos suenan demasiado aparatosos para un medio como el cine, pero como he dicho antes, es preciso entrar en el juego y aceptar que se trata de una obra teatral, pues de lo contrario tanto los numerosos soliloquios como las enormes parrafadas y discursos suenan tan sumamente artificiales que pierdan toda credibilidad posible.
El filme posee un gran ritmo narrativo desde el primer momento. Las artimañas de Casio por convencer y arrastrar a Bruto a su causa son fascinantes. De igual manera, la planificación y ejecución del magnicidio son resultado de un saber hacer ejemplar por parte de Mankiewicz, genio donde los haya. Los discursos posteriores ante el pueblo de unos exaltados Bruto y Antonio son toda una lección de retórica y de sugestiva manipulación de las masas por parte de los políticos, pese a la evidentemente exagerada reacción de la plebe. Mason y Brando dejan el listón interpretativo a una altura estratosférica, y esas repeticiones continuas de “Y Bruto es un hombre de honor...” en los labios de Marco Antonio mientras el pueblo se enfurece hielan verdaderamente la sangre.
Como único "pero" que le puedo poner a esta cinta, comentar que todo el tramo del filme que va desde la finalización del discurso de Marco Antonio hasta la conclusión carece de la fuerza de los dos primeros tercios de película. Se diluye toda la tensión generada y no existe el tan ansiado enfrentamiento cara a cara entre Marco Antonio y Bruto, sino que todo se queda en un enfrentamiento estratégico que pierden los conspiradores en favor del mencionado Antonio y el joven Octavio. Un último acto quizás demasiado extenso para lo que quedaba por contar.
Así pues, "Julio César" es una gran adaptación cinematográfica de la obra homónima del célebre dramaturgo inglés Shakespeare. Una auténtica lección de dirección e interpretación para una historia cargada de fuerza e inteligencia que aún hoy en día sigue estremeciendo como la primera vez. Muy recomendable.
Las interpretaciones están a un altísimo nivel y en los casos de Marlon Brando (como Marco Antonio) y James Mason (como Bruto) rozan la perfección. Los diálogos suenan demasiado aparatosos para un medio como el cine, pero como he dicho antes, es preciso entrar en el juego y aceptar que se trata de una obra teatral, pues de lo contrario tanto los numerosos soliloquios como las enormes parrafadas y discursos suenan tan sumamente artificiales que pierdan toda credibilidad posible.
El filme posee un gran ritmo narrativo desde el primer momento. Las artimañas de Casio por convencer y arrastrar a Bruto a su causa son fascinantes. De igual manera, la planificación y ejecución del magnicidio son resultado de un saber hacer ejemplar por parte de Mankiewicz, genio donde los haya. Los discursos posteriores ante el pueblo de unos exaltados Bruto y Antonio son toda una lección de retórica y de sugestiva manipulación de las masas por parte de los políticos, pese a la evidentemente exagerada reacción de la plebe. Mason y Brando dejan el listón interpretativo a una altura estratosférica, y esas repeticiones continuas de “Y Bruto es un hombre de honor...” en los labios de Marco Antonio mientras el pueblo se enfurece hielan verdaderamente la sangre.
Como único "pero" que le puedo poner a esta cinta, comentar que todo el tramo del filme que va desde la finalización del discurso de Marco Antonio hasta la conclusión carece de la fuerza de los dos primeros tercios de película. Se diluye toda la tensión generada y no existe el tan ansiado enfrentamiento cara a cara entre Marco Antonio y Bruto, sino que todo se queda en un enfrentamiento estratégico que pierden los conspiradores en favor del mencionado Antonio y el joven Octavio. Un último acto quizás demasiado extenso para lo que quedaba por contar.
Así pues, "Julio César" es una gran adaptación cinematográfica de la obra homónima del célebre dramaturgo inglés Shakespeare. Una auténtica lección de dirección e interpretación para una historia cargada de fuerza e inteligencia que aún hoy en día sigue estremeciendo como la primera vez. Muy recomendable.