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Voto de John Dunbar:
9
Intriga. Cine negro Violet es la novia de Cesar, un blanqueador de dinero de la mafia. Un día conoce a Corky, una ladrona profesional que acaba de salir de la cárcel y que vive en el apartamento de al lado. Unidas por una extraña y mutua atracción, Violet le propone robar los dos millones de dólares que Cesar tiene en la caja fuerte. (FILMAFFINITY)
5 de abril de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Shock. Un estado quizá algo exagerado de descripción de cómo me dejó la ópera prima de los antes hermanos Wachowski (he de confesar, pese a que no venga demasiado al caso, que la conmoción, por desconocimiento total, fue aún mayor cuando me enteré de la noticia del cambio de género de ambos para pasar a llamarse hermanas), aunque mi respuesta tras su visionado por primera vez, hará unos veinte años, tiene algo de ese estado emocional. No conocía prácticamente nada sobre ella, excepto, tal vez, algo que hubiera podido ver, pero muy por encima, de algún pequeño reportaje sobre su estreno en algún programa de cine, y tampoco estaba 'contaminado' en ninguna dirección por la opinión de terceros que siempre terminan por influir. Nadie la conocía, los Wachowski eran nuevos en el negocio y su estreno llegó con disimulo, así que, se convirtió en una ventaja insospechada. También he de admitir que ese 'algo' que me sedujo y provocó mi interés en alquilarla cuando estuvo disponible -sí, aquellos días en que el vhs y el videoclub todavía existían y convivían de la mano, para añoranza de hoy muchos- fue la sensual y provocativa escena entre sus dos protagonistas, Gina Gershon (Corky), quien ya había calentando al personal junto a Elizabeth Berkley con el “Showgirls” (1995) de Paul Verhoeven, y Jennifer Tilly (Violet), talento encerrado en sensualidad y voz sugerente que no se ha prodigado demasiado. Un anzuelo preciosista pero precario con el que la película casi inicia; una seducción inmediata difícil de eludir como gancho publicitario. Puro morbo, sí. Pero, ¿y después?, me preguntaba una vez pasado el momento hormonas. Pues después, empieza lo bueno de verdad.

Pasados esos efervescentes primeros minutos, nuestras dos protagonistas pertrechan un fantástico plan con el que matar dos pájaros de un tiro: deshacerse del posesivo novio de Violet, Cesar (Joe Pantoliano) y quedarse con el dinero que éste guarda en su caja fuerte. Un plan lleno de riesgos y jugadas maestras. Mafia, intriga (mucha), emoción, celos y seducción. Una combinación que salió redonda, sin alardes como los que más tarde vendrían y que, sin embargo, pasó desapercibida. Con un sencillísimo diseño de producción -poco más que un par de apartamentos- y una puesta en escena muy rica en sutiles matices expresionistas que los miembros del reparto se encargan de proyectar con brillantez, fueron capaces de ejecutar un guion fabuloso, tan desprovisto de rimbombancia como repleto de ingenio. La he vuelto a disfrutar hace algún tiempo, muchos años después de aquella primera vez, y las sensaciones descubiertas entonces siguen intactas. Una verdadera joyita aún por descubrir para muchos.
John Dunbar
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