Haz click aquí para copiar la URL
Voto de John Dunbar:
4
Comedia. Drama Pepa e Iván son actores de doblaje. Él es un mujeriego empedernido y, después de una larga relación, rompe con Pepa: le deja un mensaje en el contestador pidiéndole que le prepare una maleta con sus cosas. Pepa, que no soporta vivir en una casa llena de recuerdos, decide alquilarla. Mientras espera que Iván vaya a recoger la maleta, la casa se le va llenando de gente extravagante de la que aprenderá muchas cosas sobre la soledad y la locura. (FILMAFFINITY) [+]
31 de agosto de 2022
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda, el gran punto de inflexión en la carrera del cineasta de La Mancha, alguien por quien no siento mayormente apego profesional (tampoco personal, aunque ese es otro tema), escribe y dirige, como siempre, este gazpacho de amores y desamores tan personal e intransferible que supuso su salto cuantitativo. Indiferencia no es una palabra ligada ni a sus gustos, ni a quienes los reciben. Almodóvar, un paradigma en sí mismo, utiliza su propio lenguaje tanto verbal como escénico, y en 'Mujeres...' no falla ninguno, desde la rabia incontenida hasta esos personajes anecdóticos, más bien inanes, que pululan en sus devaneos.
La mujer, siempre primordial tanto en su vida como en su carrera, sexo desatendido, minimizado en manos de esta sociedad... (póngale usted la finalización que algunos quieren poner en boga), es el centro de atención básico representado en primer término, que no el único, por una Carmen Maura que nos lleva, con el Madrid posmovida de espectador improvisado, por este enrevesado historial de celos y pasiones, con despecho de moderado a radical, descubriendo con estupor que su querido, peyorativamente hablando, Iván (Fernando Guillén), es un pichabrava de corazones a estafar con un pasado que se intuye y un futuro en ciernes. La introducción del resto del plantel, reunión habitual de subjetividades, contribuyen a reafirmar que uno y otro son lo que apuntan ser y que solo un enredo sacado de esa cabeza de visión alternativa podría ser tan pintoresco sin morir en el intento, o sea, destrozado por todos.
La escena principalmente se despacha en el apartamento de Pepa (Maura), lugar ideado para que confluyan como un imán las excentricidades y algún que otro acto de pantomima irracional, las insidias y las cosas del querer. Hasta la policía con el subestimado Ángel de Andrés hace su aparición para complicar una trama que solo se puede definir como caótica. Y el taxi de Montesinos, mención obligatoria a un taxi que, con ordinariez o sin ella, pasa por espejo costumbrista de la creatividad de Almodóvar (o te gusta o la desechas) y su personaje, intrascendente en este teatrillo, es utilizado como escapista oportuno de la simpar Pepa en este laberinto de pasiones dedicado a quien guste de la singularidad almodovariana. El cierre 'Puro teatro' de La Lupe, perfecta elección, pone voz cantarina como esencia de esta creación.

Quisiera creer. Creer como Gere le decía a la Roberts al respecto de la ópera, que la odias o la amas, sin término medio, para que la extravagancia preponderante de este señor y los elementos que la integran sean parte de su idiosincrasia como hacedor incomprendido por solo unos pocos, dando forma y fondo personalísimos a personajes que no podrían pasar desapercibidos ni queriendo con toda el alma y una estructura indiscreta en la que abunda el drama pasional o el familiar, y que, a veces, se endulza disfrazado de sainete alocado como en esta ocasión.
Yo debo ser uno de esos pocos con desafecto por esa típica argamasa personalizada que encontramos en sus obras. Uno siempre ha concebido el cine como la conjunción perfecta y a partes iguales de arte más espectáculo. No puede ser un como un chicle cuyo sabor fallezca enseguida ni como un perfume carísimo que empalague. Ni genio ni incomprendido, con Almodóvar y habiendo tan solo simpatizado con apenas un ramillete de sus obras, generalmente, no encuentro ni el arte ni el espectáculo.
John Dunbar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow