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Voto de Pancontocino:
4
Intriga. Drama. Cine negro. Thriller Tras realizar un atraco en el que han muerto dos personas, Ben Harper regresa a su casa y esconde el botín confiando el secreto a sus hijos. En la cárcel, antes de ser ejecutado, comparte celda con Harry Powell y en sueños habla del dinero. Tras ser puesto en libertad, Powell, obsesionado por apoderarse del botín, va al pueblo de Harper, enamora a su viuda y se casa con ella. (FILMAFFINITY)
26 de diciembre de 2018
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues como parece ser que hay que decantarse a favor o en contra, yo voy con los segundos. Y es que en realidad, el término medio casi no se puede aplicar con esta película, y quizás la culpa, como casi siempre, la tienen los críticos, haciendo prestidigitación con las valoraciones y regalos a tal "engendro". ¿Por qué carallos sigo guiándome por las criticas "profesionales" a la hora de seleccionar una película? Es lo que me pregunto cada vez que me como un tostón como este, sobre todo antes de dormir, con la indigestión subsiguiente y las pesadillas inevitables. Porque, digo yo, ¿cómo puede darme vergüenza ajena ver al pobre Robert Mitchum en esta penosa actuación y que los críticos digan que es uno de sus mejores papeles? ¿Cómo puede ser que a los cinco minutos de la película estés deseando que el predicador descuartice a los niños, despues a la heladera, a la señora que reparte pan a los niños pobres y a la que los recoge entre monólogos pastelosos e insulsos y que remate cortándose las venas?

"Intriga. Drama. Cine negro. Thriller | Vida rural (Norteamérica). Drama sureño. Infancia" Esos son los géneros y topics de la película, eso sí, no encontrarás ni un ápice de ninguno de ellos en, menos mal, su hora y media de metraje. Qué intriga puede haber en una sucesión de escenas deslavazadas a cada cual más irrisoria. Dónde encontrar el drama si los niños tienen una actuación tan pobre y ridícula que solo puedes sentir empatía con Jack el Destripador en los momentos en los que aparecen. Quién acudió al término thriller si sabes por la torpe dirección que coge la película en cada momento que todo está dicho desde el principio. Pues sí, el género de esta "obra maestra", sin duda, sería el de comedia.Y lo digo sinceramente, comedia de serie B, de esas que sabes que se hacen las cosas cutres y esperpénticas a propósito, para dar el sentido principal y único a lo que estás viendo y no tengas que preguntarte nada cuando acabes el visionado. Hay quien la llama cuento de hadas o fábula, y todos los autores de estos géneros se revuelven en sus tumbas o se quieren suicidar al escucharlo.

Siempre me pregunté si se abusa de la bonhomía y la ingenuidad de los niños, su gracia y candor a la hora de hacerlos aparecer en las películas, dando por hecho que su sola presencia ya cautiva al espectador y consigue llevarse al huerto al cinéfilo más crítico y duro de pelar. Pero es algo que me pasa con mucho cine, y con mucho cine clásico, que siempre parece ser que es bueno si baja de cierto año. Incluso podría añadir actuaciones de adultos sobreactuadas y frías en el cine clásico pero que son ensalzadas y alabadas como si no se pudiesen superar ni en vida ni en muerte. Siempre he pensado que los actores actuales tienen más recursos, formación y buenos modelos de los que aprender que los del llamado cine clásico, muchas veces actores que solo tenían presencia física a alguna característica de personalidad que lo hacía atractivo a la cámara. No me queméis, me encanta el cine clásico, pero hay mucho bodrio elevado al séptimo cielo, ya sea porque aparece tal o cual actor, aquél director o la musa del momento.

Creo que me he desviado un poco del tema, pero tampoco hay mucho más que contar. Donde todo es impostado, donde la secuencia de escenas no dan ningún sentido a la película y cuando te cuelan un final más falso que un judas de plástico, por no comentar lo infantil (modo peyorativo), la cutrez y dejadez por parte del director y el sin sentido de este, solo queda un subproducto indigerible y espurio y la sensación de que te han dado "gato por liebre". He leído por ahí algunas críticas que aconsejan verla de tal o cual manera, sin prejuicios o expectativas altas, concentrado, con presencia de ánimo y habiendo descansado más de ocho horas, comida no muy copiosa y mente clara...

Si alguien quiere seguir mis consejos para la visualización con resultados óptimos y satisfactorios, provechosos y garantes de nuevas sensaciones y experiencias, ahí van:

Llama a un buen grupo de amigos y amigas que vengan de empalmada de la fiesta del día anterior, encárgales drogas, alcohol y comida basura como si fuese el fin de los días, música fúnebre-festiva a toda pastilla, invita a los vecinos con los que peor te lleves y atácales sin parar mientras sigan en tu casa, junta perros y gatos del vecindario en una sala pequeña y echa cuatro trozos de carne, disfrázate de Papa Noel desnudo de cintura para abajo y golpea la pandereta con la batuta que la naturaleza te ha dado, saca la traca de petardos que te sobro de la última boda y tírala a la calle cuando pasen las viejecitas y viejecitos a paso tranquilo y, por último y más importante, no enciendas la pantalla de la televisión, tendrás una experiencia única con esta película y podrás hacer una crítica del nivel de Carlos Boyero. Carallos, es decir su nombre y me entra un sueeeeeeeeññññññoooooooooooo...
Pancontocino
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