La verdad es que había quedado impresionado por la ley del silencio, y a pesar de considerarme un fan del gran Brando, no había podido ver más que trozos sueltos de esta película de Kazan.

Pocas veces se han juntado unas interpretaciones tan sublimes, como las de los principales actores, que encerrados en las mismas cuatro paredes en 120 de los 122 minutos del metraje, llegan a poner la piel de gallina.

Sin embargo, hay algo que me tiene decepcionado ¿O me ha llegado una versión de remiendos, o al montador del film habria que decapitarlo ipso facto??

Hay unos saltos tremendos, en varias ocasiones, Leigh y Brando hablan a la puerta del apartamento y de repente Brando aparece en la pared opuesta.

No se, supongo que serían otros tiempos