Quizás porque soy una especie de ferviente seguidor de una historia de violencia y (en menor grado) de promesas del este, es que un método peligroso llamó mi atención. Es una cinta sin control y desorientada. David Cronenberg es un especialista en forjar atmósferas inquietantes pero, con un método peligroso, dio un paso después del abismo. La presencia de Mortensen en el filme es inexistente , un personaje que fácilmente puede olvidarse, con Fassbender no ocurre algo distinto y, que decir de Keira, no es llamativa su bulliciosa interpretación. Recordemos que hablamos de Freud, Jung y Spielrein, padres de la psicología contemporánea, mal usados noventa y nueve minutos. Un psicoanálisis urgente para los realizadores de esta cinta.