Hacer una segunda entrega de una obra maestra del cine de ciencia ficción y terror como fue Alien no es fácil, sobre todo cuando el equipo técnico es bien diferente. En alien, un sólo extreterrestre convierte una nave en un lugar de pesadilla, demostrando una habilidad y una inteligencia superior incluso a la humana. Pero en esta entrega sucede lo contrario y nos encontramos como cientos de aliens son acribillados por un pelotón de soldados como si de fumigadores masacrando cucarachas se tratase.
No es una mala película pero no tiene nada que ver con la primera, muchísimo más entretenida, terrorífica y original.