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Voto de Hernando:
4
6,6
65.786
Romance. Drama. Comedia
Tras pasar ocho meses en un centro de salud mental por agredir al amante de su mujer, Pat (Bradley Cooper) regresa a casa de sus padres (Robert De Niro y Jacki Weaver). Aunque está decidido a hacer todo lo posible para recuperar a su exmujer, la situación cambia cuando conoce a Tiffany (Jennifer Lawrence), una chica con problemas y mala reputación. A pesar de la mutua desconfianza inicial, pronto surge entre ellos un estrecho vínculo ... [+]
11 de enero de 2013
51 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé en qué momento el “cine independiente americano” se convirtió en “cine indie”, ni cuándo pasó de ser cine de autor a constituir un género, pero es un hecho, y David O. Russell viene a redemostrárnoslo con esta convencional y amena candidata al Oscar.
Como buena película “indie” “El Lado Bueno de las Cosas” (Silver Linings Playboy) consta de una banda sonora de calificativo homónimo y de superficiales referencias literarias; se encasilla en el drama-comedia romántica -ligera pero no vulgar-, en un fondo de relaciones disfuncionales de la sociedad americana y en una psicología post-moderna repugnante. Para ello centra sus esfuerzos en los personajes, empleando actores principales conocidos, pero no demasiado (sino sería mera comedia comercial y eso no puede permitirse), y algún secundario que congracie a los espectadores e incentive a llenar la sala -para el caso un agradable Robert de Niro haciendo de Padre de Él. Para poner la guinda al pastel, una cámara inquieta que no cesa de girar alrededor de su protagonista (Bradley Cooper). Y no nos olvidemos las varias referencias a la cultura Apple.
El resultado es un producto ligero, agradable y ameno listo para ser vendido en masa a consumistas “alternativos”.
O. Russell, quien ya demostró su buen hacer con la alabada “The Fighter” es consciente de las normas del género en que se mete y del producto que tiene entre sus manos. Eso salva la película. Todo este juego de relaciones y terapia no podría sostenerse sin una lograda química entre los dos protagonistas. Algo que funciona –no es la primera vez que el director muestra su sabia dirección de actores- pero no es para tanto alboroto.
La idea del filme es bastante sencilla: el mundo está loco, dentro y fuera de las instituciones, la diferencia es tener o no suerte, y canalizar la locura en algo más aceptado, véase soportar una mujer insufrible o la locura por el futbol, el footing, o los tentempiés. Sí, sí… todo muy original. Y por supuesto, saber ver “el lado bueno de las cosas”. No importa que estemos en crisis, el matrimonio sea un infierno, o todo una locura, un sinsentido; las mentiras y la ilusión hacen girar el mundo. Ve a cine del centro comercial más cercano y engáñate con esta película, al fin y al cabo hay que ver ser positivo, es lo que se lleva. Por supuesto, también puedes ser fiel al espíritu “alternativo” y consumirla en versión original.
(sigue en spoiler sin spoiler)
Como buena película “indie” “El Lado Bueno de las Cosas” (Silver Linings Playboy) consta de una banda sonora de calificativo homónimo y de superficiales referencias literarias; se encasilla en el drama-comedia romántica -ligera pero no vulgar-, en un fondo de relaciones disfuncionales de la sociedad americana y en una psicología post-moderna repugnante. Para ello centra sus esfuerzos en los personajes, empleando actores principales conocidos, pero no demasiado (sino sería mera comedia comercial y eso no puede permitirse), y algún secundario que congracie a los espectadores e incentive a llenar la sala -para el caso un agradable Robert de Niro haciendo de Padre de Él. Para poner la guinda al pastel, una cámara inquieta que no cesa de girar alrededor de su protagonista (Bradley Cooper). Y no nos olvidemos las varias referencias a la cultura Apple.
El resultado es un producto ligero, agradable y ameno listo para ser vendido en masa a consumistas “alternativos”.
O. Russell, quien ya demostró su buen hacer con la alabada “The Fighter” es consciente de las normas del género en que se mete y del producto que tiene entre sus manos. Eso salva la película. Todo este juego de relaciones y terapia no podría sostenerse sin una lograda química entre los dos protagonistas. Algo que funciona –no es la primera vez que el director muestra su sabia dirección de actores- pero no es para tanto alboroto.
La idea del filme es bastante sencilla: el mundo está loco, dentro y fuera de las instituciones, la diferencia es tener o no suerte, y canalizar la locura en algo más aceptado, véase soportar una mujer insufrible o la locura por el futbol, el footing, o los tentempiés. Sí, sí… todo muy original. Y por supuesto, saber ver “el lado bueno de las cosas”. No importa que estemos en crisis, el matrimonio sea un infierno, o todo una locura, un sinsentido; las mentiras y la ilusión hacen girar el mundo. Ve a cine del centro comercial más cercano y engáñate con esta película, al fin y al cabo hay que ver ser positivo, es lo que se lleva. Por supuesto, también puedes ser fiel al espíritu “alternativo” y consumirla en versión original.
(sigue en spoiler sin spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Seamos fieles a dicho espíritu y veamos el lado bueno de la nominada a 8 Oscar.
O. Russel, como es de esperar en una película “indie” a la estela de “Pequeña Miss Sunshine” o “Los Chicos Están Bien”, cambia en la comedia romántica los violines por el humor ligero y la parodia. Por poner un ejemplo, en uno de los mejores momentos de la película, la “típica” primera cena romántica se torna en una erótica sucesión de confesiones y humor menos romántica de lo estipulado.
También, a pesar de flojear por momento, logra un buen ritmo, con una más que correcta puesta en escena y un clímax predecible, pero que gracias a la naturalidad de los actores no rechina.
Así que ya lo saben señores, acudan todos a esta terapia de grupo de psicología positiva. Menos manifestación y más cine como este para época de crisis. O. Russel y todo su reparto lo saben y no tratan de ocultarlo, nosotros también lo sabemos. Disfrutemos entonces de esta farsa y dejémonos llevar por sus mentiras piadosas. Aun así, algo me da que, o el mundo está más loco de que se nos muestra, o la favorita se va a ir de los Oscar con los bolsillos vacíos.
O. Russel, como es de esperar en una película “indie” a la estela de “Pequeña Miss Sunshine” o “Los Chicos Están Bien”, cambia en la comedia romántica los violines por el humor ligero y la parodia. Por poner un ejemplo, en uno de los mejores momentos de la película, la “típica” primera cena romántica se torna en una erótica sucesión de confesiones y humor menos romántica de lo estipulado.
También, a pesar de flojear por momento, logra un buen ritmo, con una más que correcta puesta en escena y un clímax predecible, pero que gracias a la naturalidad de los actores no rechina.
Así que ya lo saben señores, acudan todos a esta terapia de grupo de psicología positiva. Menos manifestación y más cine como este para época de crisis. O. Russel y todo su reparto lo saben y no tratan de ocultarlo, nosotros también lo sabemos. Disfrutemos entonces de esta farsa y dejémonos llevar por sus mentiras piadosas. Aun así, algo me da que, o el mundo está más loco de que se nos muestra, o la favorita se va a ir de los Oscar con los bolsillos vacíos.