y como salí del cine con tal mal sabor de boca del truño de Scorsesse, me metí a ver MI SEMANA CON MARILYN.
Película entretenida, ágil, que cuenta lo que quiere contar, ni más, ni menos. bien dirigida, magníficamente interpretada. durante Hora y media tenemos la ilusión de que Marilyn sigue viva, porque hacía tiempo que no veía una recreación tan sincera y conmovedora de un personaje real...y no uno cualquiera, sino el icono entre los iconos. Consigué lo que conseguía Merilyn: eclipsar a todo el resto del reparto, brillando con luz propia en cada plano y llenando la pantalla.
Si hubiera habido un mínimo de justicia, Michelle williams se habría llevado la estatuílla que le ha robado la todopoderosa merryl streep