No os culpéis si después de ver én cartelera el título de la película que nos ocupa hoy, no os animáis a entrar a verla. A mi me ocurrió. El título echa para atrás, y tu mente visualiza una de esas películas infantiloídes tan socorridas para padres de familia los domingos por la tarde...Nada más lejos de la realidad.

Sí, "Minúsculos" (me niego a utilizar el resto del título) es una película que vuestros infantes disfrutarán como enanitos felices, pero seréis vosotros quienes alucinaréis y seréis plenamente conscientes de la joya ante la que os encontráis.

Sí, "Minúsculos" es una joya incuestionable de la animación, además una de película amable y deliciosa, rodada con un gusto exquisito, que le puede mirar de frente y tratar de tú a cualquiera de las producciones de Disney/Pixar (de quien soy fan incondicional), y mirar muy por encima del hombro a la mayoría de las infantiladas "made in Dreamworks".
De hecho, "Minúsculos" proviene de una estupenda serie de televisión de microcapítulos de 5 minutos de duración, producida en Francia por "Futurikon" que en su día compró la avispada y todopoderosa Disney. Ya os veo buscándola como locos en internet.

¿Qué hace tan especial a "Minúsculos"? Todo, en realidad, y nada:
- Técnicamente no está por encima (ni por debajo) de ninguna de sus competidoras. No es un alarde de animación, sino sencillos personajes animados por ordenador sobre fondos reales.
- La historia que nos cuenta en una sencillísima historia de amistad, contada miles de veces de mil maneras distintas.
- No hay ni una sola palabra en toda la cinta, sólo sonidos que sustituyen a los diálogos, y una magnífica partitura, épica y descriptiva, que es en sí misma una narrradora de la historia.

- No tiene un diseño de producción espectacular, ni rompedor ni excesivamente original. Ni sus personajes son especialmente atractivos.
- No hay grandes escenas que busquen deslumbrar, o buscar efectismos fáciles del 3D.
- No hay grandes héroes ni grandes villanos.

Efectivamente, no estamos ante una gran superproducción al uso. Más bien si hay una palabra que defina a "Minúsculos" es SENCILLEZ.

Sencillez en su planteamiento, en su diseño, en su narrativa, en su discurso.
Sencillez, amabilidad, buen gusto, sentido del humor blanco blanquísimo y una moderada y no empachante intencionalidad didáctica que no castra su vocación de entretenimiento.
Como digo, es sencilla pero no simple; es amable, pero no cursi; es refinada, pero no "snob"; es de un humor sano, pero no "ñoño"; es didáctica pero no moralizante. Y es definitivamente entretenida y entrañable, por encima de todo.

Todo eso es lo que la hace especial. Todo eso y una vez más el no querer parecerse a nadie y no luchar desesperadamente por ser original. Eso que se llama tener "personalidad" y que es tan raro y tan difícil de encontrar en el mundo del cine y en el mundo en general.

Pero además de todo lo dicho, "Minúsculos" es vocacional y deliberadamente inventiva, desde su planteamiento de base, pasando por su manera de contarnos las peripecias de sus protagonistas, la resolución de sus conflictos, hasta la deliberada sencillez que esconde una producción brillante y bastante más mastodóntica de lo que pueda parecer.

"Minúsculos" es , en definitiva, un delicatessen absoluto capaz de satisfacer todos y cada uno de los paladares, por mucho o poco exigentes que sean; por básicos, o refinados. Sin empachar, ni atragantar ni dejar con hambre. La cantidad justa de comida para no quitarte las ganas de repetir.