Alejada del cine de terror palomitero dirigido a adolescentes, podemos decir que El exorcismo de Emily Rose es una película que conjuga a la perfección el terror de corte clásico con el thriller judicial. Y digo a la perfección porque he seguido la trama judicial con sumo interés y he vivido con bastante inquietud y, por qué no decirlo, miedo las escenas de la posesión demoníaca.
No me ha parecido para nada lenta, creo que el ritmo de la película es el adecuado y considero el montaje perfecto, puesto que se entremezclan los testimonios en la corte con los flashbacks de manera coherente.
La fotografía, la ambientación y el color de la película son muy reseñables y facilitan que uno pueda meterse de lleno en la historia.
Por último, destacaría las soberbias interpretaciones, con Jennifer Carpenter a la cabeza. Sus gestos y su mirada reflejan auténtico pánico, sufrimiento y terror.
En definitiva, no es fácil encontrar películas de terror rodadas con tanta sobriedad y respeto por el género.