Carajo, ¿por dónde empezar a reconocer las virtudes de esta cinta? ¿Será por la sutil pero incisiva crítica a los modelos capitalistas y comunistas en la Rusia contemporánea? ¿O tal vez por su agradable humor familiar que mantiene un equilibrio llamativo con el drama de fondo? No… indudablemente la principal virtud de ella se encuentra en su protagonista principal: El Concierto para Violín de Tchaikovsky. No soy erudito en la música clásica, pero es impresionante cómo, durante toda la película, cada nota musical y cada trazo de ritmos y compases logran tocar las fibras más sensibles de nuestros sentidos. Realmente maravilloso.

Por lo demás, es una historia agradablemente contada. Un renombrado director de orquesta de la antigua Unión Soviética se desempeña en la actualidad como limpia-pisos. Surge una oportunidad de cumplir su gran sueño que es interpretar la obra de Tchaikovsky en París, por lo que intenta reunir a los intérpretes de su antigua orquesta. Las situaciones que debe superar nuestro protagonista junto con su grupo de amigos resultan, por lo demás, curiosas y llamativas. Una pequeña recomendación, no se podrá negar que comprender algunas de las escenas necesitará estar al tanto de lo que significó para Rusia su pasó de república comunista a una economía fuertemente privatizada, sin embargo, eso no evita que sea una película estupenda. Muy recomendable.