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España España · San Sebastián
Voto de RavenHeart:
6
Ciencia ficción. Terror. Acción Dos miembros de la tripulación de una nave espacial, el Teniente Payton (Dennis Quaid) y el Cabo Bower (Ben Foster), se despiertan en sus cámaras de hibernación sin recordar nada de lo que ha sucedido: ni quiénes son, ni cuál era su misión o por qué, aparentemente, son los únicos supervivientes. Conforme se adentren en las zonas más profundas de la nave, descubrirán que no están solos, y desvelarán el terrible misterio que rodea la ... [+]
27 de enero de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Salvo honrosas excepciones, el cine europeo de las últimas décadas no ha sido muy pródigo en lo que a ciencia-ficción se refiere. Eso no significa que no haya en el viejo continente directores interesados en el género, pero si conlleva que tiendan a emigrar al otro lado del Atlántico para poder hacer realidad sus proyectos. Evidentemente, este tránsito suele suponer ceder a la inocua espectacularidad de Holywood. Es el caso del alemán Christian Alvart, que después de la polémica Antikörper y una descafeinada Expediente 39 se desplaza al espacio con Pandorum de la mano de la industria norteamericana.

El inicio de la película plantea muchas incógnitas. Bower (Ben Foster) despierta de su prolongada hibernación en un entorno extraño, amnésico y completamente desorientado. Poco después se le une el Teniente Payton (Dennis Quaid). Los dos hombres irán atando cabos hasta descubrir que forman parte de la tripulación del Elysium, una futurista Arca de Noé destinada a colonizar Tanis, un lejano planeta en el que la raza humana busca empezar de nuevo. Por desgracia, algo ha salido mal durante la travesía. La nave se cae a pedazos y unas voraces criaturas la han invadido. Y sobre todo ello pesa la amenaza del Pandorum, un síndrome espacial que afecta a la delicada salud mental de los pasajeros.

La película toma prestados numerosos elementos de otras predecesoras como Aliens, Sunshine, Pitch Black, Horizonte Final -su director ejerce aquí de productor- o The Descent, así como del survival horror Dead Space y la televisiva Battlestar Galactica. No es una queja: Los cimientos de la ciencia-ficción espacial forman parte de un imaginario demasiado arraigado en la mente del cinéfilo como para sorprendernos. A estas alturas nos hemos acostumbrados a los diseños de naves espaciales decadentes y a los alienígenas. Aunque producciones como la reciente Moon nos permitan albergar esperanzas al respecto, Pandorum evidencia lo difícil que resulta aportar algo nuevo al género. Ello no desmerece un buen trabajo artístico y de efectos especiales.

Dejando a un lado las comparaciones, aún atrapada entre las palomitas y el cine de autor, la película de Christian Alvart es innegablemente entretenida. Podría considerarse un trabajo fallido si se tiene en cuenta su potencial desperdiciado, pero no se puede negar que compensa sus irregularidades. No sobran ideas pero quizás Europa debiera recordar su propio pasado para imaginar el futuro, volver la vista hacia Lang, Kubrick o Tarkovski para darse cuenta de que una vez supo explorar el espacio a su manera.
Keichi
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
RavenHeart
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