La productora de 'Cuarto Milenio', esa espantosa nave del misterio conducido por el espeluznante Iker Jiménez, estrenó anoche otro programa de ficción: 'Hay alguien ahí' (Cuatro). Una serie en la que una familia se muda a una casa encantada y las pasa canutas. Sólo unas horas antes Cuatro había emitido, supongo que a modo de aperitivo, 'La casa', película de Mike Figgis que va de algo parecido pero con buenos actores y un guión tórrido y opresivo. Una pena lo de 'Hay alguien ahí', porque con el magnífico material que manejan en 'Cuarto Milenio' (el hombre del saco, la chica de la curva, los cosmonautas de Joan Fontcuberta...) podrían haber pasado de la clásica mansión encantada y haber dado rienda suelta a su imaginación.

'Hay alguien ahí' es una ficción que tarda en arrancar, aceptable en su realización, con demasiadas historias cruzadas y trucos obvios. No es una mala serie, pero, en cualquier caso, hace falta algo más que un sótano con sonidos misteriosos (¿corrientes subterráneas?) para dar miedo a un ciudadano español del siglo XXI. ¿Han visto ustedes a Camps en la 'Romeria de les canyes'? ¿Y a Esperanza Aguirre besando a Rajoy? Eso sí es terror sicológico.