Personalmente creo que aunque ambientada en la época de la caza de brujas del senador McCarthy y aunque fue una época importante en la historia del cine americano la película no deja de ser básica y llamamente una historia de amor. Siendo una película de larga duración, el director podía haber intentado crear personajes secundarios más sólidos y un guión con más profundidad y no hacerlo todo girar en torno a la pareja protagonista.
En cuanto a Robert Reford, nunca ha sido santo de mi devoción pero en esta película lo confirmo, su pasividad, su falta de expresividad y sus silencios son cubiertos nada sutilmente con una banda sonora magnífica, lo mejor de la película, que suple escenas poco creíbles entre dos personajes y actores tan antagónicos.
Respecto a Bárbara Streisand, la encuentro sobreactuada y eternamente enfadada con el mundo, aunque hace mejor papel que su partenaire.
Para ser justos tengo que a admitir que determinados diálogos entre ambos son fruto de un buén guión y te hacen pensar en la dificultad de una relación entre una intelectual de izquierdas y un guaperas frívolo y vividor pero cuyas ideas también son bien defendidas por Robert Reford.