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España España · Barcelona
Voto de Cosmos:
10
Cine negro. Intriga Un agente de la policía de narcóticos (Heston) llega a la frontera mexicana con su esposa justo en el momento en que explota una bomba. Inmediatamente se hace cargo de la investigación contando con la colaboración de Quinlan (Welles), el jefe de la policía local, muy conocido en la zona por sus métodos expeditivos y poco ortodoxos. Una lucha feroz se desata entre los dos hombres, pues cada uno de ellos tiene pruebas contra el otro. (FILMAFFINITY) [+]
26 de mayo de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La obra de referencia del director superdotado Orson Welles, es Ciudadano Kane, generalmente aceptada como una obra maestra. Pero no es la única, Sed de mal, obra que bebe directamente del cine negro, también llega a esa cima. ¿Cuál es su mejor obra? Por temática me decantaría por la de objeto de esta crítica, pero la virtud de Ciudadano Kane es que acabas admitiendo su grandeza a pesar de una temática poco atractiva.

Cuando hablamos de Sed de Mal, no sólo admiramos a Welles como director sino (quizás aún más importante) como actor. De hecho no interpreta un personaje, representa un concepto: la corrupción. Efectivamente Hank Quinlan (Orson Welles) es la corrupción en persona, es la corrupción de un ser. Antes fue un gran y honesto policía, después no deja de ser un gran investigador, pero pasa a ser también a la vez juez. Una vez cree descubrir quién es culpable, prepara todo el escenario para que la justicia coincida con su propio veredicto. Y allí es donde se corrompe como policía, al abarcar más poder (aunque sea motivado por el noble deseo de que los verdaderos culpables no escapen a causa de la imperfección del sistema judicial), también se corrompe su ser, al tener dudas su propia conciencia.

Sin la actuación de Welles es imposible de concebir la película como la obra completa que es. Es su mejor interpretación por encima de la de Harry Lime en el tercer hombre o la de Kane. Al lado de él brilla (con menos intensidad Marlene Dietrich y la sombra de la interpretación de Orson oscurece totalmente la aceptable actuación de Charlton Heston.

Cabrera Infante, escritor exiliado cubano, siempre defendió que Orson Welles era un gran actor, lo hacía ante una cierta corriente de opinión que sólo lo apreciaban como director y lo criticaban como actor. Este tipo de críticas quedan en entredicho tras ver a O.W. en Sed de mal, Ciudadano Kane o el Tercer Hombre.

Técnicamente es de matrícula de honor, como era de esperar en la dirección y en el montaje Welles demuestra que es uno de los más grandes (Gran travelling inicial y majestuoso final con magistral punto de vista de la cámara).

Buenos días, buenas tardes y buenas noches,
Cosmos
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