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Voto de Daverunner:
7
Drama. Fantástico Un granjero de Iowa (Kevin Costner), casado y con una hija, tiene un día una experiencia sobrenatural: una misteriosa voz le ordena construir en sus tierras de cultivo un campo de béisbol para que las viejas glorias de ese deporte bajen del cielo y puedan volver a jugar. (FILMAFFINITY)
11 de noviembre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Béisbol, Kevin Costner y campos de maíz en Iowa. ¿Puede haber algo más americano? La Coca Cola quizá y las historias en las que los sueños se cumplen. Como la de Ray Kinsella -Kevin Costner-, un granjero que un buen día mientras inspecciona su plantación oye como una voz le dice: Si lo construyes, vendrá.

Un sonido que se repite sucesivamente mientras Kinsella no para de preguntarse qué es lo que tiene que construir. Un buen día, mientras la voz le sigue acechando, frente a él aparece la imagen de un campo de béisbol. Para asombro de su mujer, Annie -Amy Madigan, Solos con nuestro tío, Calles de fuego- y de sus vecinos, Ray comienza la construcción de un campo de béisbol en mitad de su granja.

Cuando este está finalizado, en mitad de la cancha aparece un jugador ataviado con la equipación de los White Sox de Chicago. Se trata del difunto Joe Shoeless Jackson -Ray Liotta-, mítico jugador de principios del siglo XX que se vio envuelto en el escándalo por amaño junto a siete compañeros de equipo. A partir de ese día, Jackson y sus antiguos compañeros de equipo aparecen por el campo de Kinsella para entrenar.

Un argumento absurdo, naif pero tremendamente entretenido. El principal mérito de Campo de sueños -Phil Robin Anderson- es irte atrapando a medida que la trama avanza. La agilidad y simpleza de la misma ayuda, así como unos personajes que pese a la sensiblería de la historia no resultan cargantes. La banda sonora, a cargo de James Horner, dota a la cinta de una emotividad extra que, lejos de suponer un lastre o parecer cargante, se ajusta al tono general de la obra.

Los intérpretes también ayudan a que el espectador empatice con los personajes principales de la obra. Dos actores cuyas carreras estaban en ascenso -Costner y Liotta- apoyados en un secundario de lujo como James Earl Jones - y en una leyenda como Burt Lancaster.

Phil Robin Anderson también se encargó de adaptar el libro de W.P. Kinsella captando la esencia de la novela en palabras del autor de la misma. El escritor, tras ver la película, declaró sentirse conmovido ante el resultado final. Y eso es Campo de sueños, una obra conmovedora, perfecta para una sesión de cine familiar, cuya facilidad para conectar con el público hacen que durante una hora y cuarenta minutos te olvides de todo y te entregues a esta bonita historia.

Más datos sobre esta y otras películas en el blog: https://www.argoderse.com/
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Daverunner
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