El padre y creador de la legendaria saga Star Wars coincidió en sus inicios con F.F. Coppola y juntos crearon en 1969 la compañia American Zoetrope, cuyo primer proyecto fue THX 1138, película de culto y debut del realizador californiano. En el año 71, Coppola estaba inmerso en la producción del que probablemente sea el mejor filme de la historia, El Padrino, mientras que Lucas fundaba su propia productora, Lucasfilm Ltd. En 1973 puso la primera piedra para pasar a la historia de la industria fílmica con la maravillosa American Graffiti.

Con gran carga autobiográfica, el director sitúa la acción en su localidad natal y centra el argumento en torno a cuatro personajes principales: Curt Henderson -Richard Dreyfuss- Steve Bolander -Ron Howard-, Terry Fields alías 'El tigre' -Charles Martin Smith- Paul Le Mat-.


La trama se desarrolla en una sola noche. En ella, vemos como Curt se debate entre si abandonar su casa para estudiar en otra parte del país o permanecer un año más con su familia mientras aclara sus ideas respecto a su futuro. Además, perseguirá a una rubia de la que se ha enamorado y de la cual solamente conoce el coche que conduce. Steve, en la misma situación que su amigo en cuanto a su futuro más próximo, deberá decidir si sigue con su novia Laurie Henderson -Cindy Williams- o si por el contrario se dan un tiempo en su relación.

Los momentos más graciosos del filme vienen de la mano del personaje de Terry (secuencias en las que intenta comprar una cerveza o le roban el coche son una muestra de la parte cómica del trabajo de Lucas) y John Milner. Este último tendrá que hacer de niñera durante la noche y al mismo tiempo buscar a un enigmático forastero -Harrison Ford- que ha llegado a la ciudad para desafiarle a una carrera.

Su personaje es el más carismático de la película, un joven al que solamente parecen interesarle los coches, sin preocuparse de su futuro porque probablemente en alguna de sus carreras la muerte le este esperando para convertirle en leyenda. El momento en el que pasea en el desguace hablando de los fallecidos propietarios de los vehículos que allí se encuentran y como éstos alcanzaron tan triste final es el mejor ejemplo de ello.

La banda sonora es de vital importancia a lo largo de la película. Canciones de grupos y artistas emblemáticos de la época, como Buddy Holly, Chuck Berry, Del Shannon o Fats Domino, entre otros, no paran de sonar durante las casi dos horas de metraje, con el acompañamiento o presentación en cada caso de los comentarios de 'El hombre lobo' -Wolfman Jack-, mítico DJ interpretándose a si mismo. Se trata de una leyenda que nadie ha visto en persona y que para unos emite desde un avión que está dando vueltas por toda la costa Oeste, mientras que para otros retransmite desde una estación pirata en medio del desierto. Su particular voz, sus bromas y la escena que protagoniza junto al personaje de Curt son de un valor trascendental en esta gran obra de Lucas.

Definitivamente una maravilla cinematográfica, una pequeña joya del cine; título al que le tengo un especial apego por varias razones: la historia en si, los personajes -en especial el interpretado de forma tan sobresaliente por Richard Dreyfuss-, la música y por la forma en que lo descubrí.
Fue en la segunda mitad de los años 90 y se trata del primer largometraje que vi en versión original. Los viernes, en La 2 de Televisión Española a medianoche, daban un filme sin doblar -cuando a la caja tonta aun le quedaba algo de dignidad-. Mi padre, programó el vídeo para grabarla y que la viésemos en casa, pues según él se trataba de una gran película, y que razón tenía. Desde entonces se convirtió en uno de mis filmes favoritos, un título clave para que me empezara a aficionar al séptimo arte, el cual he visto más de una docena de veces y que, a pesar de ello, no me canso de revisionarlo. Disfrútenla, merece mucho la pena.

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