Casey Afleck muestra una vez más que es mejor actor que su hermano.
Esta película es solo para expertos de cine.
Tras animarse a verla (tanta estrella), uno admira al productor y a los críticos.
El primero es muy valiente y los segundos verdaderos connoisserurs.
El protagonista es un hombre que ha sufrido mucho y no se centra.
Su entorno también lo ha pasado mal, pero han conseguido medio recuperarse.
Parece mentira, hoy en día la medicación antidepresiva ha avanzado mucho.
Si uno no quiere medicarse, lo que debe hacer es pegarse el tiro en la comisaría.
Así dejaba de dar la tabarra a sus conocidos, y nosotros nos ahorrábamos la trama (?).
El más maduro del elenco resulta un adolescente de 16 primaveras.
La fotografía muy trabajada.
La música pretenciosa, a tono con la cinta.
Vete a verla si vas a dedicarte a hacer cine (para evitar cosas requetevistas).