Por Dios y por la Virgen.
Milla pasa por arte de magia Borras, de simple analista de oficina a una autentica Bourne.
Hay que ver con que agilidad y estilo corre por Londres superando a la élite mundial del espionaje y la lucha.
No hay marine que pueda con ella.
Y todo con tacones (!) que parece que va a dar un traspiés y se va a caer.
El guión es de parvulario, nada cuadra.
Y Milla correquetecorre repartiendo yoyas cada vez mejor dadas.
De verguenza ajena.
Brosnan, que es un gran actor, parece decidido a seguir los pasos de Nicolas Cage.
Supongo que trabajo es trabajo y punto.
Todo es lamentable. Telefilme barato de domingo.
Como si la hubiera hecho yo, vamos.