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Voto de Luisa_Tomas:
5
5,7
7.846
Comedia. Romance
Álex y su hermana se dedican a separar parejas. Desde Mónaco hasta Marruecos, ningún sitio está demasiado lejos y ningún trabajo es demasiado difícil. Con una tasa de éxito del 100%, son los mejores en lo que hacen. Por más inmoral que pueda parecer su profesión, ellos tienen su propio código de honor: Regla nº1: no separar nunca una pareja estable. Regla nº2: no enamorarse jamás. Pero cuando un hombre los contrata para que pongan fin a ... [+]
2 de noviembre de 2010
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Si es francesa, comedia, romántica (o ambas a la vez, comedia romántica, aún peor) y encima sale Vanessa Paradis... paso totalmente de verla. Vamos, ni harta de vino". Ésta era yo y ésas eran mis palabras media hora antes de comprar las entradas para "Los seductores". Y menos mal que no me hice caso a mí misma (es lo que tiene pasar del blanco al negro sin transición para según qué cosas) y fui a verla. Porque es una peli bien divertida.
Por partes: el argumento parece que te lo han contado mil veces (normal, todo está inventado), pero, lo reconozco, te hace reír.
Por partes: el argumento parece que te lo han contado mil veces (normal, todo está inventado), pero, lo reconozco, te hace reír.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
No pasa nada si os cuento que la historia va de un tío que tiene una "empresa" con su hermana y su cuñado. El tío es una especie de gigoló y la empresa se encarga de deshacer parejas que son aparentemente felices pero que, si rascas... pues eso, te encuentras con que no lo son.
Claro, todo se complica con una parejita en la que ella es como es y es Vanessa Paradis y el gigoló (Romain Duris) se vuelve loquito. Ella, pija, estirada y distante. Él, paletillo, básico y divertido. Y lo que, en manos de un guionista mediocre, podría ser un pastelón romántico sin pizca de gracia se convierte en una historia chispeante, divertida, rápida y llena de guiños –genial la coña que se traen con "Dirty Dancing", bailecito incluido–.
La historia sólo da un bajonazo en un momento concreto: cuando aparece el novio. Ahí la cosa flojea y hay unos minutillos algo más débiles, pero, claro, es el detonante para que se dispare la cosa. Y no os cuento más.
Sólo que el prota no es demasiado expresivo, pero está muy bien acompañado por Julie Ferrier, su inteligente hermana, y François Damiens, su cuñado, un gañán simpaticón y muy gracioso. Que ella, Vanessa, no está mal... Tampoco el papel tiene muchas exigencias, la verdad sea dicha. Eso sí, está mona, lleva una ropa ideal y un bolso de Hermés que es una barbaridad... No cuela que ella en la peli tenga 30 años, pues aparenta alguno más aunque muy bien llevados. Si está casada con el bueno de Johnny Depp... desde luego, algo tendrá (vale, algo tiene).
Sin pretensiones, con mucha gracia y sin demasiada mala leche, la peli te hace salir del cine con la sonrisa puesta y concluye que no hay campiña sin grillos... ni pareja que no tenga unas grietas por las que filtrar las gotas del hastío, la inseguridad y, como consecuencia, el desamor. Ah, también que por muy ideal, rico, altruista, correcto, elegante y generoso que sea tu novio... pocas chicas buenas se resisten a la sonrisa del chico malo, que da peor vida pero más emociones. Ése es el truco. Y ahí está el trato.
Claro, todo se complica con una parejita en la que ella es como es y es Vanessa Paradis y el gigoló (Romain Duris) se vuelve loquito. Ella, pija, estirada y distante. Él, paletillo, básico y divertido. Y lo que, en manos de un guionista mediocre, podría ser un pastelón romántico sin pizca de gracia se convierte en una historia chispeante, divertida, rápida y llena de guiños –genial la coña que se traen con "Dirty Dancing", bailecito incluido–.
La historia sólo da un bajonazo en un momento concreto: cuando aparece el novio. Ahí la cosa flojea y hay unos minutillos algo más débiles, pero, claro, es el detonante para que se dispare la cosa. Y no os cuento más.
Sólo que el prota no es demasiado expresivo, pero está muy bien acompañado por Julie Ferrier, su inteligente hermana, y François Damiens, su cuñado, un gañán simpaticón y muy gracioso. Que ella, Vanessa, no está mal... Tampoco el papel tiene muchas exigencias, la verdad sea dicha. Eso sí, está mona, lleva una ropa ideal y un bolso de Hermés que es una barbaridad... No cuela que ella en la peli tenga 30 años, pues aparenta alguno más aunque muy bien llevados. Si está casada con el bueno de Johnny Depp... desde luego, algo tendrá (vale, algo tiene).
Sin pretensiones, con mucha gracia y sin demasiada mala leche, la peli te hace salir del cine con la sonrisa puesta y concluye que no hay campiña sin grillos... ni pareja que no tenga unas grietas por las que filtrar las gotas del hastío, la inseguridad y, como consecuencia, el desamor. Ah, también que por muy ideal, rico, altruista, correcto, elegante y generoso que sea tu novio... pocas chicas buenas se resisten a la sonrisa del chico malo, que da peor vida pero más emociones. Ése es el truco. Y ahí está el trato.