¿Qué tal seriéfilos? Hoy os quiero hablar de la tercera temporada de esta serie de Netflix que nos cuenta la vida de los alumnos del instituto Moordale centrándose en sus inseguridades y problemas sexuales.

A mi la segunda temporada no me gustó y lo dije, pero esta creo que ha evolucionado muchísimo para bien, manteniendo muchas de las virtudes que ya tenía, como el tratamiento visual que es muy bueno y la banda sonora que ayuda muchísimo a darle fluidez a la serie. Además de esto veo una temporada mucho más madura, tratando los problemas de una manera muy acertada y alejándose bastante de la broma fácil y burda que solía predominar en la temporada pasada, manteniendo eso sí un tono cómico absolutamente necesario, que sin este estaríamos hablando de un dramón en toda regla.

Las actuaciones están muy bien, veo menos enconrsetados a los personajes con muchas menos exageraciones y las nuevas incorporaciones creo que le han hecho bastante bien a la serie incorporando nuevos temas como el de las personas queer. La ambientación sigue siendo preciosa y las relaciones románticas que al final es en torno a lo que gira la serie sin ser nada demasiado especial creo que cumplen su función de entretener.

En definitiva una serie que ha sabido evolucionar sin hacerse demasiado repetitiva y que le queda cuerda para rato.

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