A punto de llegar la temporada de premios más mediática del séptimo arte (Oscar, Golden Globes, BAFTA…) empezamos a encontrar en nuestras carteleras algunas de las propuestas que muy posiblemente copen un gran número de nominaciones. Una de las primeras en llegar es este atrevido filme sobre la figura de Steve Jobs firmada por consagrados nombres como Danny Boyle en la dirección y Aaron Sorkin en el guión.

Tras el malogrado biopic sobre el fundador de Apple protagonizado por Ashton Kutcher, Hollywood decide crear un retrato más real sobre el genio.

Sorkin plantea el filme en tres presentaciones clave de nuevos artilugios pensados por Jobs; el primer Mac, el cubo de su compañía Next tras su destitución de Apple y la del más reciente iMac.

El filme se mueve entre las bambalinas de esas presentaciones, sus momentos previos. Este interno y amplio lugar permite descubrir un honesto relato sobre Jobs; su individualismo, ambición, genio y su difícil relación con su hijastra (fuerte epicentro argumental que acaba siendo el clímax final) o con conocidos nombres de Apple como el cocreador de Mackintosh junto a Jobs, Steve Wozniak (Seth Rogen).

A Jobs siempre le secunda su ayudante, interpretada por Kate Winslet de forma notable y que permite buenos momentos de química junto a la meritoria encarnación que Michael Fassbender realiza del genio informático, sabiendo encontrar las complejidades que tan prodigiosamente Sorkin firma en este teatral y atrevido biopic.

Una mirada poco convencional al biopic y al retrato de uno de los genios de nuestro siglo, que ha cambiado la forma de entender el mundo más allá de la informática. Interpretaciones notables, un retrato que no busca solamente enaltecer a la figura central y otra gran creación de Sorkin dentro de una dirección bastante comedida por parte de Boyle hacen de Steve Jobs un filme de presumible y numerosa presencia en los próximos Oscar.

El Crítico Inquilino (elcriticoinquilino.wordpress.com)