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Voto de Ángel Daudén:
8
6,4
15.583
Comedia
La apacible vida de Albert y Armand, una pareja homosexual, se ve totalmente alterada ante la inminente boda de Val, el hijo de Armand, con la hija de un senador ultraconservador. El político, que desea promocionar los valores tradicionales de la vida familiar, decide visitar a la familia del novio, sin saber con lo que se va a encontrar. (FILMAFFINITY)
5 de mayo de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
COMIENZO
Ya desde los títulos iniciales comprendemos que vamos a ver algo distinto y de calidad. El objetivo de la cámara, situado desde el otro extremo de la bahía, se va acercando hasta la orilla de enfrente hasta el punto de llegar a la puerta del club y adentrarse en el local sin que detectemos cuándo se ha sustituido la nueva situación de la cámara. Seguro que Berlanga, nuestro rey del plano-secuencia, se quedó pasmao al visionar semejante virguería.
Y continúa esta secuencia con el recorrido que hace Robin Williams por el interior del local. Lo hace con un paso tan uniforme, delicado y femenino que no lo hubiera superado cualquier mujer.
GUIÓN
Si dejamos a un lado que se trata de un remake, debemos reconocer que se trata de un argumento muy original y propicio para situaciones cómicas y malentendidos de todo tipo. Sí, hay escenas previsibles, pero se puede perdonar porque vale la pena ver las reacciones de estos actores tan ajustados a su papel que parecen personajes reales.
MÚSICA
El tema central es tan pegadizo como apropiada es su letra para la película: "Somos una familia. Tengo a todas mis hermanas conmigo". Y las "chicas" del ballet no lo pueden hacer mejor. Una delicia.
ACTORES
Dianne Wiest.- En un papel secundario, pero como siempre, espléndida.
Robin Williams.- En su papel de gay centrado y responsable en la relación con su histérica y plumífera pareja. Está perfecto.
Hank Azaria.- Insuperable en su papel de mayordomo de pocas luces y algo rebelde pero lleno de buena voluntad.
Gene Hackman.- Este auténtico actor que sabe reírse y cabrearse a la perfección (no como otros, por ej. Mel Gibson, que no sabe hacer lo uno ni lo otro) tiene la rara habilidad de elegir solo películas buenas. Si sale él ya es garantía de que la película no va a ser un tostón. Algo parecido pasa con Michael Caine, que siempre escoge películas interesantes. Un ejemplo de lo opuesto a esta habilidad es Antonio Banderas, que no es mal actor, pero solo hay que ver las puntuaciones de sus películas para comprobar que este chico no tiene grandes capacidades a la hora de seleccionar sus películas.
Pues bien, como siempre, está perfecto en sus soliloquios sobre la defensa de sus valores tradicionales.
Nathan Lane.- El auténtico protagonista que lleva el peso de todo el argumento. No puede estar más convincente en su papel. Sus episodios depresivos seguidos de los correspondientes ataques de dignidad por sentirse traicionado son la quintaesencia de la loca hipersensible despechada. Está genial y no se concibe esta película con otro protagonista.
Resumiendo... Estamos ante una película muy divertida y muy, muy bien hecha.
Ya desde los títulos iniciales comprendemos que vamos a ver algo distinto y de calidad. El objetivo de la cámara, situado desde el otro extremo de la bahía, se va acercando hasta la orilla de enfrente hasta el punto de llegar a la puerta del club y adentrarse en el local sin que detectemos cuándo se ha sustituido la nueva situación de la cámara. Seguro que Berlanga, nuestro rey del plano-secuencia, se quedó pasmao al visionar semejante virguería.
Y continúa esta secuencia con el recorrido que hace Robin Williams por el interior del local. Lo hace con un paso tan uniforme, delicado y femenino que no lo hubiera superado cualquier mujer.
GUIÓN
Si dejamos a un lado que se trata de un remake, debemos reconocer que se trata de un argumento muy original y propicio para situaciones cómicas y malentendidos de todo tipo. Sí, hay escenas previsibles, pero se puede perdonar porque vale la pena ver las reacciones de estos actores tan ajustados a su papel que parecen personajes reales.
MÚSICA
El tema central es tan pegadizo como apropiada es su letra para la película: "Somos una familia. Tengo a todas mis hermanas conmigo". Y las "chicas" del ballet no lo pueden hacer mejor. Una delicia.
ACTORES
Dianne Wiest.- En un papel secundario, pero como siempre, espléndida.
Robin Williams.- En su papel de gay centrado y responsable en la relación con su histérica y plumífera pareja. Está perfecto.
Hank Azaria.- Insuperable en su papel de mayordomo de pocas luces y algo rebelde pero lleno de buena voluntad.
Gene Hackman.- Este auténtico actor que sabe reírse y cabrearse a la perfección (no como otros, por ej. Mel Gibson, que no sabe hacer lo uno ni lo otro) tiene la rara habilidad de elegir solo películas buenas. Si sale él ya es garantía de que la película no va a ser un tostón. Algo parecido pasa con Michael Caine, que siempre escoge películas interesantes. Un ejemplo de lo opuesto a esta habilidad es Antonio Banderas, que no es mal actor, pero solo hay que ver las puntuaciones de sus películas para comprobar que este chico no tiene grandes capacidades a la hora de seleccionar sus películas.
Pues bien, como siempre, está perfecto en sus soliloquios sobre la defensa de sus valores tradicionales.
Nathan Lane.- El auténtico protagonista que lleva el peso de todo el argumento. No puede estar más convincente en su papel. Sus episodios depresivos seguidos de los correspondientes ataques de dignidad por sentirse traicionado son la quintaesencia de la loca hipersensible despechada. Está genial y no se concibe esta película con otro protagonista.
Resumiendo... Estamos ante una película muy divertida y muy, muy bien hecha.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
VESTUARIO Y MAQUILLAJE
Sin desdeñar estos aspectos en el resto de la película es necesario destacar cómo maquillan y disfrazan, al final de la película, a los futuros suegros para salir por la puerta principal de acceso al público sin que los reconozcan ni los periodistas que están al acecho. Dianne Wiest esta graciosísima vestida de cuero con látigo en mano y aires de masoquista.
Y mi admirado Gene Hackman vestido de y maquillado de putón verbenero está tan bien caracterizado que se tarda unos segundos en reconocerlo.
Sin desdeñar estos aspectos en el resto de la película es necesario destacar cómo maquillan y disfrazan, al final de la película, a los futuros suegros para salir por la puerta principal de acceso al público sin que los reconozcan ni los periodistas que están al acecho. Dianne Wiest esta graciosísima vestida de cuero con látigo en mano y aires de masoquista.
Y mi admirado Gene Hackman vestido de y maquillado de putón verbenero está tan bien caracterizado que se tarda unos segundos en reconocerlo.