La película repasa los momentos en los que Mohamad Alí (antes Cassius Clay) se alza con el título de los pesos pesados (volverá a recuperarlo más tarde, pero esto no se ve). También profundiza en su polémica al negarse a alistarse en el ejercito de los EEUU para combatir en Vietnam. Y quizás la mejor parte de la película es cuando Alí se da cuenta de su influencia mediática y política cuando entrena por las calles africanas en el último tramo del film.

El final me sorprendió, como no conocía la historia de este púgil, no me esperaba que al final del combate recuperase el título. A veces la realidad supera la ficción...