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Voto de Frank Booth :
8
6,0
4.436
Fantástico. Drama
El Tío Boonmee sufre una insuficiencia renal aguda y decide acabar sus días entre los suyos en el campo. Sorprendentemente, los fantasmas de su mujer muerta y de su hijo desaparecido se le aparecen y lo toman bajo sus alas. Mientras medita sobre los motivos de su enfermedad, Boonmee atraviesa la jungla con su familia hasta llegar a una cueva en la cima de una colina, el lugar donde vino por primera vez al mundo. (FILMAFFINITY)
19 de abril de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película incalificable, que pone a prueba la paciencia y la bondad del espectador, a través de una experiencia de digestión pesada, viviente, que puede resolverse tanto con la sensación de haber consumido una obra maestra como un artefacto pretencioso y fallido.
Antes de entrar en una interpretación personal sobre el fondo de la película, se debe destacar que “Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives” supone un ejercicio revolucionario de cine, especialmente por la forma orgánica por la cual fluye el guion a través del argumento. El ritmo es pudoroso, onírico, con planos larguísimos y múltiples referencias alegóricas. Desde mi parecer esta armonía sosegada, crea singularidades que, por un lado, me envuelven y me captivan, pero por otro me crean sopor e incomprensión.
Antes de entrar en una interpretación personal sobre el fondo de la película, se debe destacar que “Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives” supone un ejercicio revolucionario de cine, especialmente por la forma orgánica por la cual fluye el guion a través del argumento. El ritmo es pudoroso, onírico, con planos larguísimos y múltiples referencias alegóricas. Desde mi parecer esta armonía sosegada, crea singularidades que, por un lado, me envuelven y me captivan, pero por otro me crean sopor e incomprensión.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Weerasethakul, nos propone una experiencia religiosa, a partir de un escenario exuberante (el trópico), fábulas orientadoras y las verdades del Dharma. Es esencialmente así, como crea su protagonista el tío Boome, un campesino que sufre una insuficiencia renal aguda y decide acabar sus díasen el campo entre los suyos:
Comiendo con lo desconocido. Es la cena donde Boonmee explica su testamento y sus planes para después de su fallecimiento a su a la familia, aparecen su mujer muerta y su hijo desaparecido y transmutado por culpa de un mono fantasma. Este extraño suceso se utiliza para explorar las traiciones de la memoria de Boome a través de las perplejidades del presente y del recuerdo reflejado en una conversación casual.
- ¿Cuándo muera, ¿podremos encontrarnos en el cielo?
- El cielo está sobrevalorado. Allí no hay nada. Los muertos siempre están con los que viven.
El trabajo y el castigo. Boonmee enseña sus campos frutales a su prima para explicarle como funciona esa labor y aprovecha para hacer repaso de su vida. En ese momento se nos rebela el hecho de que sabe que tiene que traspasar no solo por la inercia natural sino también por restablecer el equilibrio espiritual. Es la materialidad del remordimiento.
- Esto es producto de mi karma.
- ¿A qué te refieres?
- A mi enfermedad. Tal vez haya matado a demasiados comunistas en el pasado.
- No importa, lo hiciste con buena intención y esto es lo que cuenta.
- También he matado infinidad de bichos en mis plantaciones. [risa sarcástica].
El desapego. Fantástico cuento en medio del metraje que nos muestra alegóricamente como una princesa infeliz por sus posesiones materiales se deshace de ellas porqué anhela ser el color de la bruma de un río. Perturbadora escena teniendo un coito con un bagre. Mitologia dharmica i fabula alegórica.
El canto del cisne: O el momento de lucidez que tiene una persona antes de morir. Boonmee se encuentra el la cueva dónde nació, a la espera se encuentran los espectros de sus vidas pasadas para alimentarse de su alma. Plano fantástico sin limites entre la luz y la oscuridad. Somos naturaleza, naturaleza es todo.
- No veo nada, ¿tengo los ojos cerrados?
- No sé, quizás tus ojos aún no se han acostumbrado a la oscuridad.
[trasmutación]
- Esta cueva es como un vientre, ¿no?
- Nací aquí, en una vida que no recuerdo. Solo sé que nací aquí. No sé si era humano o un animal, una mujer o un hombre.
Presagio del futuro. Boonmee traspasado viaja a través del tiempo y ve como en el futuro la autoridad política se ocupa de borrar los espíritus del pasado. El metraje nos lo muestra mediante una presentación en power point. Forma de denuncia cruda sobre como el tiempo borra la memoria histórica, y que señala la falta del duelo social, y básicamente la carencia de empatia hacia las tradiciones que nos lleva de camino a la insignificancia.
La victoria tecnológica. En la última escena se encuentran la prima con su hija en su piso-habitación de la ciudad contando el dinero que han pagado para honrar a Boonmee. Llega su hijo que ahora es monje budista, pero se burla de la divinidad, solo quiere una ducha caliente y comer en el 7-Eleven. Finalmente, el alma de la familia se queda mirando la tele y los presentes se marchan a comer.
Nada es casual. Todo es correlativo. No existe limite entre aquello profano y aquello divino, no existe limite entre la naturaleza y la modernidad, solo cambio, circunstancia. El futuro siempre se impone a la tradición, el olvido a los ancestros cimienta la civilización nihilista. En tanto somos energía nuestro lugar en mundo, en el “aquí” en el “allá” y en el “mientras tanto” es contiguo. No existe paso del “mythos al logos” porqué no hay distinción objetivable entre tal cosa. Somos un recuerdo pasado del tío Boonmee en tanto hemos visto la película.
Somos simbiontes persiguiendo “nuestros” monos fantasma y por eso desapareceremos para volver.
Comiendo con lo desconocido. Es la cena donde Boonmee explica su testamento y sus planes para después de su fallecimiento a su a la familia, aparecen su mujer muerta y su hijo desaparecido y transmutado por culpa de un mono fantasma. Este extraño suceso se utiliza para explorar las traiciones de la memoria de Boome a través de las perplejidades del presente y del recuerdo reflejado en una conversación casual.
- ¿Cuándo muera, ¿podremos encontrarnos en el cielo?
- El cielo está sobrevalorado. Allí no hay nada. Los muertos siempre están con los que viven.
El trabajo y el castigo. Boonmee enseña sus campos frutales a su prima para explicarle como funciona esa labor y aprovecha para hacer repaso de su vida. En ese momento se nos rebela el hecho de que sabe que tiene que traspasar no solo por la inercia natural sino también por restablecer el equilibrio espiritual. Es la materialidad del remordimiento.
- Esto es producto de mi karma.
- ¿A qué te refieres?
- A mi enfermedad. Tal vez haya matado a demasiados comunistas en el pasado.
- No importa, lo hiciste con buena intención y esto es lo que cuenta.
- También he matado infinidad de bichos en mis plantaciones. [risa sarcástica].
El desapego. Fantástico cuento en medio del metraje que nos muestra alegóricamente como una princesa infeliz por sus posesiones materiales se deshace de ellas porqué anhela ser el color de la bruma de un río. Perturbadora escena teniendo un coito con un bagre. Mitologia dharmica i fabula alegórica.
El canto del cisne: O el momento de lucidez que tiene una persona antes de morir. Boonmee se encuentra el la cueva dónde nació, a la espera se encuentran los espectros de sus vidas pasadas para alimentarse de su alma. Plano fantástico sin limites entre la luz y la oscuridad. Somos naturaleza, naturaleza es todo.
- No veo nada, ¿tengo los ojos cerrados?
- No sé, quizás tus ojos aún no se han acostumbrado a la oscuridad.
[trasmutación]
- Esta cueva es como un vientre, ¿no?
- Nací aquí, en una vida que no recuerdo. Solo sé que nací aquí. No sé si era humano o un animal, una mujer o un hombre.
Presagio del futuro. Boonmee traspasado viaja a través del tiempo y ve como en el futuro la autoridad política se ocupa de borrar los espíritus del pasado. El metraje nos lo muestra mediante una presentación en power point. Forma de denuncia cruda sobre como el tiempo borra la memoria histórica, y que señala la falta del duelo social, y básicamente la carencia de empatia hacia las tradiciones que nos lleva de camino a la insignificancia.
La victoria tecnológica. En la última escena se encuentran la prima con su hija en su piso-habitación de la ciudad contando el dinero que han pagado para honrar a Boonmee. Llega su hijo que ahora es monje budista, pero se burla de la divinidad, solo quiere una ducha caliente y comer en el 7-Eleven. Finalmente, el alma de la familia se queda mirando la tele y los presentes se marchan a comer.
Nada es casual. Todo es correlativo. No existe limite entre aquello profano y aquello divino, no existe limite entre la naturaleza y la modernidad, solo cambio, circunstancia. El futuro siempre se impone a la tradición, el olvido a los ancestros cimienta la civilización nihilista. En tanto somos energía nuestro lugar en mundo, en el “aquí” en el “allá” y en el “mientras tanto” es contiguo. No existe paso del “mythos al logos” porqué no hay distinción objetivable entre tal cosa. Somos un recuerdo pasado del tío Boonmee en tanto hemos visto la película.
Somos simbiontes persiguiendo “nuestros” monos fantasma y por eso desapareceremos para volver.