Soberana tontería. El argumento esta más que pillado.
Asesina vírgenes, vale, muy bien. ¿Como lo sabe? ¿Acaso se dedica a espiar a TODOS los chicos del instituto a la vez?
¿Y acaso la primera pareja no esta a punto de follar cuando se los carga? ¿Acaso no se contradice el móvil desde la primera escena?

Esto ya es una cagada desde el principio, y luego podría arreglarlo pero no lo hace.
- En la tercera victima (¡TERCERA!) ya averiguan que el asesino mata vírgenes. Dos chicas nada más (ya que al tío es imposible adivinarlo) Y dos chicas que se conocen, que van a la misma clase y que son amigas, lo único que pueden tener en común es que son vírgenes... venga ya...

Dejando a parte su tonto argumento, el ritmo es bastante lento, no llega al aburrimiento pero es lenta, con pocas muertes, pocas escenas de persecución, muy puritana y escasa de todo en general.

Cuando descubrimos al asesin@ vemos que el motivo es una soberana gilipollez, su identidad no viene a cuento para nada, y la venganza es tan retorcida como ridícula.

Lo único remarcable es en la escena de la fiesta, el tipo que pronuncia la frase que hay en el título de mi crítica. Una única frase que me hizo reír y que no me arrepintiera de haber visto esta película.

Flojita