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Voto de Edgar Corleone:
7
Drama Adaptación de un libro de John Carlin (Playing the enemy). En 1990, tras ser puesto en libertad, Nelson Mandela (Morgan Freeman) llega a la Presidencia de su país y decreta la abolición del "Apartheid". Su objetivo era llevar a cabo una política de reconciliación entre la mayoría negra y la minoría blanca. En 1995, la celebración en Sudáfrica de la Copa Mundial de Rugby fue el instrumento utilizado por el líder negro para construir la unidad nacional. (FILMAFFINITY) [+]
23 de febrero de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con muchas ganas acudía ver, como es ya habitual, lo nuevo del gran hombre, Clint Eastwood.

Habiendo leído de todo, y sacando en claro que me iba a encontrar algo ligero, yo seguí manteniendo mi confianza ciega en el octogenario cineasta, y por supuesto que, habiendo mantenido las justas expectativas, no me decepcionó.

En Invictus encontramos una de las mejores actuaciones del año, la de Morgan Freeman metiendose en la piel de Mandela de forma camaleónica. Sin duda, lo mejor de una película que se basa en un guión más bien facilón, aprovechando una historia real, emotiva y del gusto de cualquiera. En segundo plano queda Matt Damon, aunque correcto, ensombrecido por compañero de reparto, al igual que el resto de actores participantes.

Lo bueno de Invictus, y por lo que se merece un buen notable, es la narración. Y es que sobre un guión sencillo, se puede hacer una verdadera mierda, o algo que transmita, que emocione, que enseñe, que hable y diga algo, que perdure... Y Clint Eastwood, con su pulso firme, narra una historia de forma muy emotiva centrada en el deporte, con un estilo simple y directo, sin alardes, pero súmamente correcto.

No soy aficionado al Rugby, y no conocía a ciencia cierta la historia de Mandela, pero me emocioné tanto en los partidos de rugby rodados con verdadera audacia, como con la historia del protagonista.

Lo mejor de Invictus es la sensación de "buen rollo" o de alegría que te deja al final. Termina la película, y cuando te quieres dar cuenta, tienes una sonrisa de oreja a oreja en la cara. Y eso, creo yo, solo lo consiguen los grandes a partir de un guión tan típico y sencillo, sin grandes alardes literarios, sin diálogos complejos.

No queda en la memoria como "Mistyc River" o mi favorita, "Sin Perdon", pero merece ser vista.
Edgar Corleone
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