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España España · Shangri-la. Andalucía
Voto de Maggie Smee:
2
Ciencia ficción. Drama Durante una misión tripulada a Marte, el astronauta Mark Watney es dado por muerto tras una terrible tormenta y abandonado por la tripulación, que pone rumbo de vuelta a la Tierra. Pero Watney ha sobrevivido y se encuentra atrapado y solo en el hostil planeta rojo. Con suministros escasos, deberá recurrir a su ingenio y a su instinto de supervivencia para encontrar la manera de comunicar a la Tierra que sigue vivo. (FILMAFFINITY)
31 de octubre de 2015
36 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay veces en que la predisposición es perfecta para que te guste una película: en mi caso no pasé por taquilla, lo cual ya es un puntazo. Y es que había dudado mucho si ver esta película, ya que con solo recordar los últimos éxitos taquilleros de su director (“Prometheus” y “Exodus”) temblaba, aunque la nota media de “Marte” era buena. Además algunos críticos la defendían, aunque no entré en detalles en ninguna crítica, me dejé guiar por las lucecitas verdes, y de lo poco que sabía se hablaba de una recuperación artística de su director, que en lo que lleva de siglo XXI, para mí aún no ha había hecho ninguna recomendable. A la sesión que fui no había demasiado público, la pantalla era gigante… Ya digo, el clima era muy cordial para hacer las paces con Scott.
Pues ni aún así. Aunque no me hayan arrancado un céntimo, la sensación de estafa la tengo aún, porque me han birlado dos horas y media de mi vida presenciando este lamentable bodrio de alto presupuesto, eso sí, y también de enorme campaña publicitaria, que no sé si también incluye el soborno, porque consultando lo que ven algunos de los usuarios de Filmaffinity y la alta puntuación que le otorgan a subproductos, no es de extrañar que se hayan quedado contentos con este film, pero que un crítico profesional, un especialista en cine se supone, que recomiende esto, aunque sea como mero entretenimiento, es para que sea sustituido de inmediato por alguien más de fiar o al menos con más gusto.
Los primeros minutos del film quizás sean los mejores, pero enseguida el cúmulo de despropósitos se desencadena, adentrándose en lo que es el ridículo sin ningún tipo de pudor. De paso señalo que su sonido y efectos de sonido es lo más logrado. Los efectos especiales siguen siendo inferiores a “Gravity”, por ejemplo, aunque no estén mal. Viendo cómo sin acierto ambientan un planeta desconocido recordé que hace casi medio siglo ya de “El planeta de los simios” y que pocas películas la han superado en ese aspecto. No da la impresión de parque temático como “Prometheus”, por ejemplo, pero, aunque su fotografía es bonita, no da la impresión de planeta desconocido, si no de punto recóndito de nuestro planeta, que es distinto, se trate de Jordania o el gran cañón del Colorado.
Que a Matt Damon le quieran nominar no me extraña: cae bien, a mí por lo menos, es una estrella taquillera y el sistema se lo debe, es mono, luego se pone más feo, pierde peso, se deja barba y también se la afeita, y ya con eso lo justifican. No hay más motivo, pero si ese va a ser baremo para los próximos premios Oscar, mejor que en la ceremonia rifen lo que corresponde en una tómbola, una muñeca chochona más que un Oscar. Y que conste que es el más soportable del grupito, más que elenco. Su dirección no tiene ni sombra de lo que podía ser si tenemos en cuenta quien dirige, pero que si lo hubiésemos desconocido, hubiéramos jurado que se trata de un primerizo inexperto que no arriesga nada, rodando de modo rutinario.
Y el remate de los tomates son dos componentes: su guión, con diálogos de sonrojo y personajes estúpidos, en el que los más jóvenes, que hacen o de becarios o de modelos, no sé, son más inteligentes que los jefes. Preocupante que la NASA funcione como una comunidad autónoma española, donde suponemos sus dirigentes han sido elegidos a dedo. Vamos, que tengan que descolgar una foto de la cafetería para que la última mona de la NASA le explique a su jefe dónde se encuentra el protagonista es de chiste. El grupito que secunda a Damon es para echarles de comer aparte y muy pro Benetton, también hay un sudamericano, un oriental y un negrito que va de gracioso, ofreciéndose como futura alternativa a Chris Rock. Me faltan un esquimal, un jíbaro, un albino, un enano, un gigante y un transexual, para que lo tengan en cuenta para la próxima si la hay. Todos ellos marean en todo momento con un jolgorio digno del grupo “Viva la gente”, y quitan a puñetazos cualquier tensión dramática a lo largo de todo el film, donde no hay tensión, solo buen rollo pasteloso, patriotismo barato, solidaridad apestosa y una constante celebración. Me faltan en las escenas finales de la NASA globos cayendo del techo mientras el payaso de McDonald´s reparte hamburguesas. El otro ingrediente fatídico son las canciones. Su banda sonora cumple, aunque no da nada nuevo, pero el utilizar constantemente canciones discotequeras ni hace gracia ni pega. Eso sí, hará más fácil su visión cuando la pasen por la tele, donde cada cual podrá bailar en su casa los múltiples temas que suenan si se aburren, cosa que es muy probable que le ocurra a quien tenga un mínimo de sentido común. Y de cierre sus créditos finales, donde salen sus protagonistas con sus nombres y casi saludando como hacían en series de hace años, sean "Vacaciones en el mar" o "Con ocho basta".
Maggie Smee
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