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España España · Shangri-la. Andalucía
Voto de Maggie Smee:
7
Thriller. Terror Will y Eden perdieron a su hijo años atrás. La tragedia afectó su relación de forma irreversible, hasta el punto de que ella desapareció de la noche a la mañana. Un día, Eden regresa a la ciudad; se ha vuelto a casar y en ella parece haber cambiado algo, convirtiéndola en una presencia inquietante e irreconocible incluso para Will.
9 de abril de 2016
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las situaciones que personalmente intento evitar, son las reuniones o reencuentros de amistades, de las que hace tiempo no se sabe nada de ellos, sean antiguos alumnos de colegios o institutos y juntarlos a todos con cualquier excusa. Si además la cosa es como se nos cuenta en el caso presente, en la que algunos de sus personajes han estado involucrados en un matrimonio que no acabó bien, las situaciones pueden resultar aún más embarazosas para los asistentes.
Y ese es uno de los aciertos que nos plantean en “La invitación”, un modesto thriller, modesto en cuanto a presupuesto y a ciertas limitaciones, pero que logra un buen resultado, perteneciendo a esa clase de películas que, desgraciadamente, y a pesar de haber sido laureada en el Festival de Sitges, su estreno ha quedado restringido a pocas ciudades. Merecía haber tenido mayor promoción, ya que es mejor que muchas de las mediocridades que nos llegan. Lo de siempre, las salas copan subproductos a granel muy promocionados mientras otras pasan desapercibidas o no encuentran hueco.
“La invitación” está tratada por sus guionistas como film dramático. No se trata de la “típica” película de “suspense” de ritmo atolondrado o sustitos convencionales. En ella hay una creación de personajes, que quizás puedan llegar a rozar el arquetipo, pero están definidos, con sentido común en sus reacciones y bien defendidos por sus actores. Incluso me gusta bastante la utilización de su tensión. Y no me refiero al “suspense” en sí, si no a su tensión en esta situación aparentemente cotidiana, con silencios dosificados que van violentando de manera sutil al espectador, más cercanos a un recurso actoral, que también la hace más creíble y huye del efectismo acostumbrado.
Su dirección es correcta en todo momento, sus aspectos técnicos cumplen, especialmente su fotografía y su peculiar banda sonora, que me ha resultado sorpresiva la utilización de los temas incluidos, así como sus sonidos de ambiente en general.
Antes aludíamos a sus limitaciones, pero en ningún momento se peca de cutre ni se convierte en un quiero y no puedo. Lo digo porque la fórmula, (nada nueva por cierto), de encerrar en una casa a un grupo de personas, es una fórmula propensa a su imitación, por lo que se demuestra, que con un trabajo previo serio y un “casting” que evita estrellas de primera fila, su buen resultado no es casual, dejando un sabor de boca inquietante. Al menos parece ser que hay una esperanza en el género del “thriller”, o incluso del terror, en el cine norteamericano, con un estilo de producciones que no son costeadas por grandes estudios y que, ante todo, invierten en originalidad, con capacidad de sugerir más que de ser explícitos. Un buen film que, al menos a mí, me ha interesado (y entretenido) en todo momento, con la ventaja que desconocía su argumento. Es decir, si se piensa en verla, y si mi aviso no llega tarde, es mejor ignorar por completo su trama.
Maggie Smee
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