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España España · Shangri-la. Andalucía
Voto de Maggie Smee:
7
Drama Cuando Mark Schultz (Channing Tatum), medallista de oro olímpico, es invitado por el rico heredero John du Pont (Steve Carell) a su magnífica mansión para ayudarle a crear un campo de entrenamiento de alto nivel en el que preparar a un equipo para los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988, Schultz dice que sí inmediatamente. La razón es que allí espera poder concentrarse en los entrenamientos y evitar así que su hermano Dave (Mark Ruffalo) ... [+]
7 de febrero de 2015
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mérito más importante conseguido por Bennett Miller es haber colado “Foxcatcher” en los Oscars como una película comercial al uso, cuando no lo es, hacerse con cinco nominaciones, entre ellas el de mejor director y que vaya a hacer taquilla, es decir, y hablando en plata, se la ha metido doblada al imperio de Hollywood. Porque sin tanto oropel su suerte hubiera sido muy diferente y, con el paso del tiempo, posiblemente se hubiera convertido en film de culto a descubrir. Exactamente lo ocurrido hace algunos años con su “Capote”, ya que ambas además recrean, bajo diferentes prismas, una Norteamérica sombría, en la que el desencanto y la frialdad están siempre presentes, y bajo su aparente patriotismo late una crítica amarga no sólo a la sociedad sino al sistema.
Miller no solamente sabe escribir sino que sabe dirigir, y muy bien. De hecho saca partido de todo lo que le rodea, sabe crear atmósferas y dirigir a unos actores que sublimen incluso a los personajes en que se centra la historia, basada en hechos reales: el apadrinamiento del magnate Du Pont a los hermanos Schultz, dedicados a la lucha libre en su categoría olímpica y que se desarrolla en la década de los ochenta del siglo pasado. Vamos, que del tema de lucha libre o grecorromana lo único que recuerdo haber visto es la mítica escena entre Bates y Reed a la luz de la chimenea en “Mujeres enamoradas” o la película "El luchador" de Aronofsky.
Por eso, a priori, al menos para mí, el tema no parecía demasiado atractivo, pero ha sido una sorpresa que me haya interesado en todo momento. Quizás porque no sólo va “de eso”, hay muchas ramificaciones que brinda su argumento y las sabe mezclar. El pero de su guión, que sabe hilar fino en muchas situaciones, es que da la impresión de que se nos escamotean ciertos datos, sobre todo los concernientes (y ya van no sé cuántas películas que caen en este error) a las relaciones sexuales de sus protagonistas. El mismo Mark Schultz anda en la producción y la familia de Dave Schultz ha colaborado estrechamente, lo cual haya sido un handicap para matizar con valentía sus partes más tenebrosas. Aún así queda claro que el tal Du Pont lo que quería, aparte de montarles un gimnasio y montarlos en el dólar era montárselo con los hermanos Schultz.
Sus actores están muy bien, aunque no sean ninguno de mis favoritos en esta carrera de los Oscars y eche en falta entre los nominados a Gyllenhaal o Spall, por ejemplo. Es más, incluso ya puestos, podían haber nominado a sus tres protagonistas y no dejar de lado a Tatum, en lo que será uno de sus mejores trabajos en años. Se le nota algo verde, pero casa muy bien con su personaje y se nota el esfuerzo. Su banda sonora, tanto la original como los temas elegidos, casi es de lo mejor del film, junto a su dirección artística y su fotografía. Y aunque un reclamo menor, ya que es un papel minúsculo, aunque con tiempo suficiente para dar las pinceladas necesarias, es un placer siempre ver a la gran Vanessa Redgrave. En fin, película con suficientes atractivos para recomendársela a los aficionados al cine y que, a la vez, con muchos obstáculos para que el gran público sepa apreciarla.
Maggie Smee
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