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España España · Shangri-la. Andalucía
Voto de Maggie Smee:
5
Acción. Ciencia ficción. Thriller. Terror Cuando el mundo comienza a ser invadido por una legión de muertos vivientes, Gerry Lane (Brad Pitt), un experto investigador de las Naciones Unidas, intentará evitar el fin de la civilización en una carrera contra el tiempo y el destino. La destrucción a la que se ve sometida la raza humana lo lleva a recorrer el mundo entero buscando la solución para frenar esa horrible epidemia. (FILMAFFINITY)
14 de agosto de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay varias cosas que llaman mucho la atención de este “blockbuster”. Dejando al margen cifras como la inversión bestial en su promoción o su coste excesivo, valores extra cinematográficos al fin y al cabo, creo que se trata de la primera película de zombis que veo donde no se ve una víscera o una dentellada. La primera película “blanca” de zombis de terror, que no comedia, sin rastro “gore” para que padres e hijos acudan hermanados y en hordas al cine, o se pueda ver en una tarde por la televisión, sea esta o cualquiera de sus posibles futuras secuelas, como si se tratara de un título de la saga Bond o una nueva entrega de “Piratas del Mar Caribe”. Un oscuro propósito para sacar aún más dividendos pero que prostituye el género, como ocurre cada vez más a menudo en varias de acción reciente, por ejemplo “Objetivo: La Casa Blanca”, otra que se supone que es para público adulto y que cuenta con niño de por medio, supongo que pensada también para críos que gusten de explosiones. Pues aquí también hay críos (dos niñas biológicas de la pareja protagonista y un chaval “polizón”) y son precisamente las escenas “de familia” las que se convierten en el mayor lastre de la película. Pasando a otro tema, en su estética, hay algunas escenas que nos hacen recordar “Soylent Green (Cuando el destino nos alcance)” y su banda sonora en algunos temas se “inspira” en ritmos ya adoptados por el grupo Goblin para “Zombie, el regreso de los muertos vivientes” de Argento, ambas aludidas superiores a esta “Guerra mundial Z”, a la que, en su defensa diremos que tampoco hay que darle demasiadas vueltas: se trata de un mero pasatiempos, se pasa el rato (hay momentos que casi mueven a la risa motivada por las actuaciones de algunos de sus zombis), pero tampoco supone nada más. Cine de evasión (con publicidad de Pepsi de por medio) al que no conviene ni mirar con lupa, ni compararla con otras del género y ni por supuesto hacer lecturas de donde no las hay o más vale que no las haya, porque eso de decir por ejemplo, que Jerusalén es de los pocos sitios “limpios” de zombies, donde todos viven en paz tras sus murallas, ¿qué quiere decir? ¿Qué los zombis iracundos que la rodean son palestinos?
Poco queda de ese Marc Forster que con “Monster´s Ball” parecía que iba a brindarnos una andadura como director prometedora. Aunque posteriormente las ha hecho más flojas, insisto en que al menos ha creado un entretenimiento correcto. Quizás el “mosqueo” o las decepciones que se han llevado algunos espectadores hayan sido motivadas por esas “razones extra cinematográficas” a las que al principio hacíamos referencia, pero también es cierto que, a estas alturas del partido, deberíamos saber que tanta promoción y tanto presupuesto, siempre es motivo de sospecha más que un signo de calidad.
Maggie Smee
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