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Voto de Maggie Smee:
5
7 de marzo de 2020
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que más me llama la atención de “Lo mejor está por llegar”, producida, escrita y dirigida a la limón por Alexandre de La Patellière y Matthieu Delaporte, es su habilidad narrativa. A nivel de guión, esta comedia dramática, a raíz de una anécdota algo forzada, monta todo un entramado, que se va sazonando con otras subtramas para aderezar lo que sería un simplismo imposible de sustentar. En la dirección hace que, sobre todo, los reyes de la función que son el dúo protagonista masculino, se sientan como en casa, rozando el límite de lo que es la cara dura con la naturalidad. Y lo afirmo sin acritud, ya que era la única manera de que el conjunto brillara, porque de otra manera hubiera quedado como un trabajo actoral tan aburrido como pretencioso.
De la Patellière y Delaporte, hace varios años, consiguieron un sonado éxito con “El nombre”, que para mí estaba más lograda, e incluso fue llevada al teatro en España, ya que era un guion muy interesante y abiertamente más comedia que en este caso. La pretensión de “Lo mejor está por llegar” es que han querido jugar con el dramatismo y la comedia, como hacían los grandes del cine americano, y aunque parezca que logra su objetivo entre el público menos exigente, o más comercial, (en Francia ha funcionado muy bien), también ha sido un intento válido de que Patrick Bruel, actor querido en Francia y asiduo a comedias rentables pero no muy notables, dé el paso como actor también dramático, ampliando el registro al que estamos acostumbrados a verle, como sí le ocurre a su compañero, Luchini, al que podemos ver en todo tipo de registros.
En un segundo plano, juega en su contra aunque el espectador medio no sea consciente, que parece que la sombra de la película “Intocable”, también dirigida y escrita por dos: Nakache y Toledano, es alargada, y esta pareja protagonista a veces nos recuerda el tono empleado, aunque sea menos irritante, al menos para mí, ya que “Intocable” en su aspecto ético me parece más intolerable.
Es cine comercial bien facturado, con buenos momentos. Es un cine de evasión, con alguna que otra buena intención. No me incomoda ni me resulta un latazo, por ello me parecería injusto desaconsejarla aunque no me parezca nada del otro mundo. A los pocos espectadores que acudieron a verla parece que les hizo efecto y participaron de ella yo diría que hasta con entusiasmo. Luchini y por supuesto Bruel hacen un trabajo muy lucido, dejando la faceta más cerebral y contenida a sus compañeras de reparto, encabezada por una atractiva Zineb Triki y seguida por Pascalle Arbillot. Ahora brevemente en el espacio del spoiler termino.
De la Patellière y Delaporte, hace varios años, consiguieron un sonado éxito con “El nombre”, que para mí estaba más lograda, e incluso fue llevada al teatro en España, ya que era un guion muy interesante y abiertamente más comedia que en este caso. La pretensión de “Lo mejor está por llegar” es que han querido jugar con el dramatismo y la comedia, como hacían los grandes del cine americano, y aunque parezca que logra su objetivo entre el público menos exigente, o más comercial, (en Francia ha funcionado muy bien), también ha sido un intento válido de que Patrick Bruel, actor querido en Francia y asiduo a comedias rentables pero no muy notables, dé el paso como actor también dramático, ampliando el registro al que estamos acostumbrados a verle, como sí le ocurre a su compañero, Luchini, al que podemos ver en todo tipo de registros.
En un segundo plano, juega en su contra aunque el espectador medio no sea consciente, que parece que la sombra de la película “Intocable”, también dirigida y escrita por dos: Nakache y Toledano, es alargada, y esta pareja protagonista a veces nos recuerda el tono empleado, aunque sea menos irritante, al menos para mí, ya que “Intocable” en su aspecto ético me parece más intolerable.
Es cine comercial bien facturado, con buenos momentos. Es un cine de evasión, con alguna que otra buena intención. No me incomoda ni me resulta un latazo, por ello me parecería injusto desaconsejarla aunque no me parezca nada del otro mundo. A los pocos espectadores que acudieron a verla parece que les hizo efecto y participaron de ella yo diría que hasta con entusiasmo. Luchini y por supuesto Bruel hacen un trabajo muy lucido, dejando la faceta más cerebral y contenida a sus compañeras de reparto, encabezada por una atractiva Zineb Triki y seguida por Pascalle Arbillot. Ahora brevemente en el espacio del spoiler termino.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
SPOILER
Hay cosas en ella, como hemos dicho, que pueden tener su buena intención, pero hay otros ingredientes ya más manidos o de dudoso gusto, más cercano al remilgo o empalago de series a lo Michael Landon, como esa obsesión de Arthur con que Cesar debe arreglar sus diferencias con su padre al que no ve hace siglos, y resulta que en un periquete se soluciona o el que Cesar tiente a ir a un puticlub a Arthur y su negativa, están enfocadas desde un cine arcaico, no parecen de este siglo.
Que ambos parezcan a veces dos personajes ya crecidos de “Porky´s” empobrece la propuesta. Si ya podía quedar “gracioso”, el otorgarle un punto casposo no le ayuda demasiado, como la anécdota del correo que envía Cesar al trabajo de Arthur, demasiado pueril.
La aportación de Napoleón, un perro precioso, creo que sobraba aunque quede mono y no está del todo aprovechado. Pasa a ser casi el jarrón decorativo, aunque es de agradecer que ese rol otorgado muchas veces a las mujeres aquí, eso, no ocurra.
La banda sonora de Jérôme Rebotier, juega con canciones conocidas a temas compuestos para ayudar a ese clima sentimental, incluso hay uno en concreto que es un plagio encubierto del “Canon de Pachelbel”, que nos suena más a un tema de Charles Fox que a Pachelbel.
Esta versión masculina y más alocada (o divertida) de “Eternamente amigas”, de Garry Marshall, aunque no vaya a barrer como hizo “Intocable”, supongo que se podría prestar para un horrendo “remake” americano. Pero mientras el papel del judío liberal, Arthur Dreyfus, que hace Luchini, lo desempeñaría un judío a secas, sea Ben Stiller o contar con Tom Hanks, el personaje de Bruel (que es como el caso Belmondo, salvando distancias, el “atractivo feo”) judío y más conservador, igual se lo encasquetarían a Eddie Murphy. Espero equivocarme y que no hagan un “remake”, porque ya de nuevos refritos vamos servidos.
Hay cosas en ella, como hemos dicho, que pueden tener su buena intención, pero hay otros ingredientes ya más manidos o de dudoso gusto, más cercano al remilgo o empalago de series a lo Michael Landon, como esa obsesión de Arthur con que Cesar debe arreglar sus diferencias con su padre al que no ve hace siglos, y resulta que en un periquete se soluciona o el que Cesar tiente a ir a un puticlub a Arthur y su negativa, están enfocadas desde un cine arcaico, no parecen de este siglo.
Que ambos parezcan a veces dos personajes ya crecidos de “Porky´s” empobrece la propuesta. Si ya podía quedar “gracioso”, el otorgarle un punto casposo no le ayuda demasiado, como la anécdota del correo que envía Cesar al trabajo de Arthur, demasiado pueril.
La aportación de Napoleón, un perro precioso, creo que sobraba aunque quede mono y no está del todo aprovechado. Pasa a ser casi el jarrón decorativo, aunque es de agradecer que ese rol otorgado muchas veces a las mujeres aquí, eso, no ocurra.
La banda sonora de Jérôme Rebotier, juega con canciones conocidas a temas compuestos para ayudar a ese clima sentimental, incluso hay uno en concreto que es un plagio encubierto del “Canon de Pachelbel”, que nos suena más a un tema de Charles Fox que a Pachelbel.
Esta versión masculina y más alocada (o divertida) de “Eternamente amigas”, de Garry Marshall, aunque no vaya a barrer como hizo “Intocable”, supongo que se podría prestar para un horrendo “remake” americano. Pero mientras el papel del judío liberal, Arthur Dreyfus, que hace Luchini, lo desempeñaría un judío a secas, sea Ben Stiller o contar con Tom Hanks, el personaje de Bruel (que es como el caso Belmondo, salvando distancias, el “atractivo feo”) judío y más conservador, igual se lo encasquetarían a Eddie Murphy. Espero equivocarme y que no hagan un “remake”, porque ya de nuevos refritos vamos servidos.