Por lo menos entretenido y muy por encima de la media de Spaghetti Westerns, dado que esto fue una tremenda exploitation en los años 60 y 70 este filme se salta algunas reglas típicas (cosa que es de agradecer) e intenta sorprendernos con su guión e interpretaciones.

La película está dirigida y escrita por Alberto Cardone el cual intenta ofrecernos un thriller dramático ambientado en el Oeste, la idea genial, las ganas que pone también están bien, pero quizás le falló su reducido presupuesto,un spaghetti atípico, fuera pistoleros, fuera venganzas, fuera tiros a mansalva, fuera antihéroes, fuera todo, parece unaversión renovada del western clásico americano por eso quizás me ha gustado bastante, intentan esforzarse en ofrecer una buena historia con una buena trama y lo consiguen.

En esta ocasión tenemos como protagonista a un Brett Halsey muy comedido a la hora de disparar, solo dispara al final de la película, los últimos 8 minutos de película, el resto de la película nos ofrece una interpretación que para nada tiene que ver con el típico pistolero, una interpretación en la que transmite dolor y sufrimiento por haber perdido a su mujer e hijo en un accidente y por eso se dedica a ahogar sus penas en alcohol.

Entre sus actores también tendremos al mítico Fernando Sancho el cual una vez mas interpreta el papel de malo.

El apartado técnico es bueno a ratos, fallan algunas cosas en algunos momentos y otras resultan realmente incomprensibles,fotografía, vestuario, decorados, escenarios muy ajustados a un pequeño presupuesto, ya digo nada de tiroteos, jajaja muy raro en una película de este tipo pero también muy agradable y alentador, es gratificante que alguno de los directores dedicados al género pensasen en algo mas que en ofrecer lo típico de estas películas.