Para mi la saga del Padrino es una de las más brillantes (sino la más brillante) de la historia del cine. Me parece magistralmente dirigida, actuada, guionizada y ambientada (tanto en su aspecto escénico como musicalmente). Es difícilmente superable.

A mi parecer, así como la primera parte me parece una obra de arte y digna de que la sitúen en el top 3 en la mayoría de rankings de “mejores películas de la historia”, la segunda me parece una excelente película pero el listón estaba demasiado arriba (pese a que también suele estar entre las primeras en esos mismos rankings… lo que ya de por sí, tener dos películas de la misma saga en las listas, le da un mérito único).

Es cierto que ver la saga del Padrino en la actualidad después de un cierto abuso del subgénero durante muchos años con magníficos ejemplos como: Érase una vez en América (Sergio Leone, 1985), Uno de los nuestros (Scorsese, 1990), Casino (Scorsese, 1996), American Gangster (Ridley Scott, 2007), El irlandés (Scorsese, 2019)…. y un sinfín de películas más (nótese que no he incluido "Scarface, el precio del poder" de Brian de Palma de forma intencionada) hace que muchos de los acontecimientos que allí suceden, nos parecen repetidos… ¡Aunque no debemos olvidar que Coppola fue el creador del subgénero de la Mafia! (palabra que como es archiconocido, no se cita en ningún momento en la primera parte, y sólo en el juicio en la secuela).

Centrándome en la segunda parte: excelente guion adaptado de la novela de Puzo. Personalmente, la estructura de dos historias que avanzan en paralelo en dos épocas distintas (inicios de Vito Corleone en Nueva York, y el conflicto de Michael con su hermano y Hyman Roth), me resulta interesante y hace que una peli de 200 minutos (que ya de por sí, me cuestan cuando superan los 120) se me haga más amena… pero es claramente un tema de preferencias. Por otra parte, las actuaciones me parecen mayúsculas, desde los principales: con un Pacino viéndose abocado a la maldad, o un De Niro luchando por sobrevivir; a los de reparto, sobretodo la desgarradora Talia Shire (hermana de Coppola) o la propia Diane Keaton. Asimismo, la ambientación de Little Italy (diseño artístico) me parece sublime. Coppola fue un minimalista en todo (incluso repitiendo escenas enteras al comprobar que algunos jeans llevaban braguetas, lo que no existía a principios de siglo. ¿Y qué decir de la banda sonora? Nino Rota, en esta secuela, versiona en repetidas ocasiones el Vals del Padrino adaptándola a cada situación.

En definitiva, una brillante dirección que bien le valdría un Oscar.