El drama húngaro "El gran cuaderno" ganador en 2013 del festival "Karlovy Vary" narra cómo dos gemelos son llevados por su madre a vivir con su cruel abuela para evitar los horrores de la Segunda Guerra Mundial. En este entorno, no menos hostil, desarrollarán su propio sistema moral y de supervivencia.

"El gran cuaderno" es el primer libro de la trilogía clandestina de Agata Kristoff donde describe la vida de los hermanos Claus y Lucas. Por lo que leo, parece que la película ha obviado determinadas escenas de la obra, de pedofilia y zoofilia, lo que agradezco, ya que por mi parte tengo suficiente y no necesito otra "Balada de Narayama" (Shôhei Imamura, 1983) o "A Serbian film" (Srdjan Spasojevic, 2010).

Tras ver el largometraje, me resulta difícil entender por qué, siendo una película bélica y realista, con un contenido potente, en cierta manera no conecto o me distancio, así que me he ayudado de varias críticas para descubrirlo.

No es tanto el exceso de drama de la historia, sino la lejanía de los personajes. En otras películas bélicas podemos llegar a identificarnos con algún protagonista o secundario, pero en esta resulta imposible. Es cierto que no siempre hace falta, pero me aleja su crueldad.

La película no es para nada mala y destacó principalmente su fotografía (Christian Berger de "La Cinta Blanca" -Michael Haneke, 2009-), pero en general, me resulta perturbadora y siniestra.