Es la segunda vez que la veo y ha ganado algo en este segundo visionado... pero poco.

Sin duda, como positivo (luz verde) destaco la actuación de Natalie Portman, probablemente junto a “Cisne Negro” (Darren Arronofsky, 2010), la mejor de su carrera. También el ritmo de la película, que me parece muy bien llevado y no decrece en ningún momento.

En naranja: los close-ups faciales destacando los defectos (tomas tan típicamente francesas) con los que BESSON se recrea, el histriónico Gary Oldman, que por momentos creo que se va a convertir en Drácula, y la ¿exagerada? (para mi gusto) fama de esta película.

Y finalmente, en rojo destacaría la inverosimilitud de muchas escenas: ¿se puede meter una bolsa llena de armas en una comisaría fingiendo que es fruta? ¿Y entrar en la misma comisaría a rescatar a la niña, dando sopapos y algún que otro balazo? ¿O sobrevivir con escasos rasguños a una granada en el comedor de tu casa?

En fin, sentimientos contrapuestos.