Respecto a “Top Gun”, he leído un comentario de un crítico que dice algo así como: “no es exactamente un clásico, pero no sólo creó un icono cultural, sino que sigue dejándose de ver muy bien” y, francamente, define con precisa exactitud lo que representa para mi esta película. No la consideraría como una de las principales películas fetiche de los ochenta, pero sí le reconozco el mérito de la creación del símbolo, lo que no consiguió, por cierto “Oficial y caballero” (Taylor Hackford en 1982). Mucho debe Ray-ban a Top Gun y, probablemente, el ejército de los Estados Unidos al ejercicio de propaganda patriótica que supone el metraje. En mi época, muchos nos poníamos las Rayban aviador lentamente creyéndonos pertenecer a los marines…. Claro, después vino lo del desembarco en el islote de “Perejil” del ejército, y fuimos escondiendo las Rayban y sustituyéndolas por unas Hawkers, que eran más baratas, y más festivaleras…

Como decía el crítico de “Empire”: la película ha aguantado muy bien el envite del tiempo. Efectivamente, lo que más impacta en la actualidad es el torrente testosterónico de los protagonistas, que afortunadamente quedan en la actualidad algo anticuados (que rollo era aquello de no poder llorar, o tener que llevar los tejanos apretados por la zona testicular), pero a nivel de efectos visuales y, por supuesto, fotografía, me parece muy actual. Por otro lado, y ya para acabar, el guapo Cruise ya demostraba que lo suyo no iba a ser sólo envoltorio, sino que tenía mucho más que dar a la industria.