Como todos los años por estas fechas Disney nos trae su propuesta navideña especialmente indicada para los más pequeños y cada vez más para sus padres. En esta ocasión es “Vaiana” una película que por su ambientación pegaría más en verano pero que resulta igual de refrescante y apetecible en estas “gélidas” fechas. Lo primero que nos llama la atención es el habitual corto que precede a todas las películas Disney en esta ocasión “Inner Workings” uno de los mejores de los últimos años, original, divertido, corto pero directo, aun hoy todavía me asombra esa capacidad que tiene Disney y en especial Pixar de hacer estos cortos casi sin palabras y que expresen tanto, dan en el clavo “casi” siempre y este es un caso muy claro de producto dirigido a los padres o a los más mayores de la sala, muy recomendable.

Pero centrándonos en la película en si lo primero que nos llama la atención es su apartado visual, alucinante, pocas veces se ha visto tanto color y de esa forma inundar la pantalla, todo luce de maravilla, el pelo, el agua, la utilización de la luz, la vegetación, etc… esta película es un paso adelante técnicamente hablando, viéndola se me pasaba por la cabeza ¿hasta donde llegaríamos en lo que se refiere a cine de animación? visualmente es una auténtica delicia sobre todo en las escenas diurnas por eso me sorprende que haya tanto metraje con escenas nocturnas donde en mi opinión se pierde parte de su encanto.

No debemos de olvidar que estamos ante un producto Disney y eso conlleva algunas consecuencias como la cantidad de canciones (en mi opinión demasiadas) muy en el estilo de la película, algunas en idioma Maori y otras bastante pegadizas como la de María Parrado “Que hay más allá”. El argumento se centra en el viaje de la protagonista por lo que se podría decir que la película es una Road Movie con momentos divertidos como los de los Cocomoras y otros algo más “extraños” como los del cangrejo. El hecho de centrarse tanto en el viaje deja en un segundo plano los roles de los villanos o los secundarios destacando en estos el pollo Heihei que nos dejara algunos de los momentos más divertidos de la película.

Es una película que entra por los ojos y eso se agradece con un mensaje ecológico de fondo y una “princesa” Disney diferente, quizás la historia se centre demasiado en el viaje y se olvide un poco del objetivo pero resulta divertida y gustara tanto a los más peques como a sus padres.

Lo mejor: Su apartado visual es alucinante. El pollo Heihei.

Lo peor: la historia se centra más en el viaje que en el motivo y resolución de este. Demasiadas canciones y escenas nocturnas.