En un principio tras el visionado del trailer me resistí a verla cuando fue estrenada en mi país y ahora mi primera impresión se hizo realidad: decepcionante.
La alteración de los acontecimientos con respecto al libro para aquellos que lo hemos leído nos ha dejado con una sensación de desorientación e incomprensión incomóda porque el lapso de tiempo desde el momento en el que se conocen hasta que entran en acción es cortísimo. ¿Dónde está aquella etapa tan tópica en la que dos personas que saben que se gustan se interesan el uno por el otro con la inseguridad que supone no conocer a la otra persona? Este hecho es un clásico en toda historia que pueda considerarse romántica y en este film ha sido eliminada.
Por otro lado me ha parecido interesante el componente capitalista, materialista, superficial, como quieran llamarlo que se distribuye constantemente en la película. Yo me pregunto: ¿Es que el libro no daba para más? ¿No había mejor material? Pues creo que sí, pero lo que ha sido escrito con este film en las páginas de la historia del cine dice otra cosa. Esto junto con el gran erotismo -explicito por supuesto, ya no estamos en los años 30- supone un déficit del dramatismo en toda la película -salvo los últimos 15 minutos del final-, característico de la novela por otra parte, en la que dos personas muy diferentes aunque atraídas tienen sus más y sus menos por el protagonista, Grey, quien no deja de sacarse historias pasadas y presentes de la manga que afectan a su romance con Anastasia, sufriendo ambas partes las dolorosas aunque en cierto modo gustosas controversias del amor porque a pesar de todo, no pueden vivir el uno sin el otro.
Así pues da la impresión de que el director y los productores de la película han querido hacer de la novela 50 Sombras de Grey un film erótico y morboso taquillazo en vez de profundizar psicológicamente en los personajes y haber conseguido elaborar un film cinematográfico original y de calidad.
En cuanto al reparto, a mi juicio, tengo que decir que Jamie Dornan no ha sabido encajar bien la complejidad del personaje de Christian Grey, me ha parecido bastante insulso y poco trascendental aunque supongo que podríamos perdonárselo porque el candidato en principio era Charlie Hunnam.
La conclusión de todo ello me lleva a afirmar mi decepción como espectadora y la conclusión de que los recientes films que dicen denominarse románticos no dejan de transmitir ideas nocivas y superficiales a los jóvenes del mañana. Esto me hace replantearme que Crepúsculo después de todo no estaba tan mal, pues todos sabemos que es inverosímil, y transmite alguna cosa más.

Ana Bambú.