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España España · burgos
Voto de Gepeto:
8
Drama. Musical Berlín, años 30. El partido nazi domina una ciudad donde el amor, el baile y la música se mezclan en la animada vida nocturna del Kit Kat Club. Un refugio mágico donde la joven Sally Bowles y un divertido maestro de ceremonias hacen olvidar las tristezas de la vida. (FILMAFFINITY)
9 de octubre de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡El Cabaret! Casi nada, tremendo invento del mundo del espectáculo. No apto para todo el mundo ni siquiera a día de hoy. Tuve la oportunidad de asistir a uno de esos espectáculos en directo hace poco y me gustó. Algunos espectadores, amantes de lo políticamente correcto y lo educado, no se cortaron un pelo en lanzar improperios a los artistas en mitad de la función. Se creyeron en su derecho y obligación de hacerlo. Creo que no sabían donde se metían.

Es así. No hace falta ver la aclamada pelicula de "La Ola", esta me gusta más, de hecho sigue sucediendo a día de hoy. Como las partículas radioactivas que siguen latiendo y latiendo amenazadoras con infinita paciencia. ¿Tenemos todos alguna?

En "Cabaret" vemos como contraste la creación, la imaginación y la incertidumbre en el mundo del espectáculo frente a la ascensión y la claridad del nazismo. Dos mundos diametralmente opuestos. En medio tres personajes que lucharán por su libertad, por vivir incorrectamente, libertinamente frente a la rigidez ya imparable. Aquí la película se hace agria cuando no lo necesitaba porque la historia de libertad contra esclavitud ya estaba funcionando, pero es estupendo que vaya más allá. También se nos plantea como la libertad se puede ir a freir puñetas por sí sola ya que también observa unas reglas de juego sutiles y mucho más difíciles de manejar que las de la esclavitud. El precio es alto, se puede llevar una porción del presente y del futuro.

Aquí ni siquiera la música queda aparte de la contaminación en el mundo libre del cabaret. Hay un muchachito rubio que canta como los ángeles. Pura poesía, pura seducción.

No me resulta fácil el género musical. Cuando se ponen de repente a cantar y bailar siento que me fastidian la película. Esto no me sucede aquí, es más estoy deseando que llegue el número porque enriquece la historia dotándola de perspectiva, y el director de ceremonias hace un papel genial de verdad (Joel Grey), además está Liza Minelli, está la banda de chicas decadentes, el vestuario, y un puñado de estupendas canciones.

No puedo omitir el guiño al pintor alemán Otto Dix al inicio de la película, artista de la época perseguido por los nazis, como tantos otros que ensuciaban la pureza.
Gepeto
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