"La torre de los ambiciosos" o por su título original, mucho más adecuado, "Executive Suite", es una buena película. Pero se queda corta y habría que pedirle mucho más, intentaré explicar por qué. El principio es excelente, casi cercano al cine negro, y levanta unas expectativas impresionantes. Tiene un reparto más que adecuado, un buen guion y una buena dirección. Pero estamos hablando de la lucha por el poder en el seno de una empresa de las gordas. Esto tendría que ser como "Ricardo III". Pero le falta sangre, le falta garra, le faltan mordiscos, zancadillas, puñaladas, todo es demasiado suave. Además, alguna subtrama, como la vida doméstica de William Holden, aporta poco y quita ritmo a la película.

Y la crítica sobre la degeneración del capitalismo hacía los objetivos financieros y de rentabilidad como único fin es un poco tibia, descafeinada y amable (me temo que esta era una batalla perdida ya en los 50, no digamos ahora), como no puede ser de otra manera (no se puede morder muy fuerte la mano del amo). De hecho, quizá el de Friedrich March sea el personaje más creíble y aunque es el "malo", no es que sea malo, es que es lo que hay.

El final, con la votación, es interesante, pero de nuevo se me queda algo corto. Demasiado fácil, un discurso orgulloso y motivador, y a la buchaca, no hay casi lucha. Para mí esa votación debería llevar una hora de película, y acabar con cadáveres. Para terminar, quizá lo peor es la última conversación entre Stanwyck (desaprovechada a mi entender) y June Allyson, que es un tanto sonrojante.

Pero, vuelvo al principio, no deja de ser una película interesante, y hay que verla.