Más de una escena es casi impensable del cine bélico y al mismo tiempo creíble en lo que sucedía en la Guerra de Trincheras como se llamaba la 1er Gran Guerra, donde muchos enloquecían por períodos breves y en algunos casos salían a encontrarse con la muerte porque no soportaban esa tensión. La escena de Baumer y el enemigo asesinado y su dualidad, de una realidad increíble y pensable. El Cartero que se alista como Sargento y pretende respeto por tener un rango superior solamente de una forma muy grotesca, la vuelta a casa de Baumer por receso unos días, el encuentro con su mamá que le aconseje que se cuide de las mujeres y que pida algunas tareas en la cocina para correr menos riesgo...y su casi absurdo final con un plano en off tratando de tocar una mariposa de colores posada, Baumer habia sido atravesado por la guerra y su locura, pero lo bello aún habitaba en su joven corazón Alemán. Herrmosa película. La imagen final de antología toda la tropa mirando hacia atrás con un cementerio de cruces blancas como imagen de fondo de una belleza inigualable.