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Voto de lassie:
10
7,3
29.339
Drama. Aventuras. Bélico
Cuando, en diciembre de 1941, el ejército japonés ocupa Shanghai, la privilegiada vida de James Graham, un niño inglés de clase alta, toca a su fin. Es separado de sus padres y confinado en un campo de concentración próximo a un aeropuerto militar chino. En un ambiente dominado por la tristeza y la miseria se verá obligado a madurar prematuramente, y eso condicionará su visión del mundo. (FILMAFFINITY)
3 de febrero de 2010
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drama Bélico terminando la segunda guerra mundial donde el protagonista es un niño de 12 años, una de esas películas donde presentan una estrella infantil y en este caso se quedó en el mundo del espectáculo. Christian Bale
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Esta película está llena de simbolismos. El imperio del Sol es Japón que invade China por el puerto de Shangai y allí vive Jim Graham un niño inglés de 12 años de una clase social muy elevada. Jim Graham no era un chico común. Tenía un fanatismo exacerbado por los aviones japoneses, al punto que por recoger el que se le habia caído de la mano, se suelta de la mano de su madre y la pierde, queda solo en Shangai ahora ocupada por los japoneses durante el éxodo.
Jim busca a alguien conocido. Vuelve a la casa que habitaba ahora del Gobierno Japonés, y cuando la criada que lo atendía se estaba yendo aprovecha su situación actual y le propina una bofetada, Jim se da cuenta que está en serios problemas.
Sale a la calle gritando “ me rindo..me rindo..” Se topa con unos Americanos que se dedicaban al robo en un barco abandonado, en quienes el niño malgasta sus sentimientos de nobleza, y es duro ver cómo lo usan y cómo una mente infantil hace que todo lo que es malo no lo parezca tanto. Basey ( Excelente John Malcovich, odiado por su personaje pero amado por la interpretación) y otros van a un campo de concentración. Jim ayudaba a todos, aún aunque no se lo pidieran, reanimaba pacientes muertos con el médico del hospital, hacía trueques de comida por cigarrillos y nunca, se da por vencido. Iba rotando en los lugares que habitaba. En algunos lugares del campo tuvo que ganarse el lugar, en otro lo dejaban estar por ser un niño, pero por sobre todo no dejaba de hablar nunca. Parecía de esos chicos que hoy día los llevan al pediatra porque “ Nunca se quedan quietos”, pero en este caso todo lo que Jim hacía era para ayudar y con la esperanza de que se terminara todo eso y poder volver a su casa.
Se ganó el respeto de todos en ese campo, el de Basey y su pandilla, el de los militares japoneses que lo definen como “ niño difícil”. También tiene un amigo japonés casi de su edad con el que juegan con los planeadores. Una escena muy emotiva para mí cuando Jim es testigo del ritual previo a la partida de los aviadores japoneses donde su canto se superpone a lo de los aviadores y hace un saludo militar como homenajeando lo que toda su vida amado, los aviones japoneses. La fotografía, el significado, todo. Jim no queria ni que mataran a los japoneses ni a los chinos, el sólo queria estar en todo lo que le gustaba porque era su forma de manternerse con vida y de ver la vida desde su condición de niño.
Jim comienza a entender su sutuación cuando se pone frenético al ver pasar los aviones B51 cadillacs del cielo americanos. Se desespera y necesita que lo sacudan para darse cuenta que ya casi no recuerda el rostro de su madre y llora. Al ver la luz en el cielo blanca piensa en una señal divina al morir una mujer. Era la deflagración de la Bomba atómica caída sobre Nagasaki. No es una película para contar, es para verla y disfrutarla.
Jim busca a alguien conocido. Vuelve a la casa que habitaba ahora del Gobierno Japonés, y cuando la criada que lo atendía se estaba yendo aprovecha su situación actual y le propina una bofetada, Jim se da cuenta que está en serios problemas.
Sale a la calle gritando “ me rindo..me rindo..” Se topa con unos Americanos que se dedicaban al robo en un barco abandonado, en quienes el niño malgasta sus sentimientos de nobleza, y es duro ver cómo lo usan y cómo una mente infantil hace que todo lo que es malo no lo parezca tanto. Basey ( Excelente John Malcovich, odiado por su personaje pero amado por la interpretación) y otros van a un campo de concentración. Jim ayudaba a todos, aún aunque no se lo pidieran, reanimaba pacientes muertos con el médico del hospital, hacía trueques de comida por cigarrillos y nunca, se da por vencido. Iba rotando en los lugares que habitaba. En algunos lugares del campo tuvo que ganarse el lugar, en otro lo dejaban estar por ser un niño, pero por sobre todo no dejaba de hablar nunca. Parecía de esos chicos que hoy día los llevan al pediatra porque “ Nunca se quedan quietos”, pero en este caso todo lo que Jim hacía era para ayudar y con la esperanza de que se terminara todo eso y poder volver a su casa.
Se ganó el respeto de todos en ese campo, el de Basey y su pandilla, el de los militares japoneses que lo definen como “ niño difícil”. También tiene un amigo japonés casi de su edad con el que juegan con los planeadores. Una escena muy emotiva para mí cuando Jim es testigo del ritual previo a la partida de los aviadores japoneses donde su canto se superpone a lo de los aviadores y hace un saludo militar como homenajeando lo que toda su vida amado, los aviones japoneses. La fotografía, el significado, todo. Jim no queria ni que mataran a los japoneses ni a los chinos, el sólo queria estar en todo lo que le gustaba porque era su forma de manternerse con vida y de ver la vida desde su condición de niño.
Jim comienza a entender su sutuación cuando se pone frenético al ver pasar los aviones B51 cadillacs del cielo americanos. Se desespera y necesita que lo sacudan para darse cuenta que ya casi no recuerda el rostro de su madre y llora. Al ver la luz en el cielo blanca piensa en una señal divina al morir una mujer. Era la deflagración de la Bomba atómica caída sobre Nagasaki. No es una película para contar, es para verla y disfrutarla.