No puedo evitar pensar que Pitch Black gustó tanto porque por aquellos años no había nada mejor en el género. Vin Diesel nacía casi como actor, o al menos saltaba a la fama como el más que interesante Riddick, pero más allá de eso poco hay que encontrar en Pitch Black.

Poco, por no decir únicamente la escena donde llega el eclipse y salen todas las criaturas de sus colmenas. Le falta explosividad, le falta más magnetismo. Es una de esas películas que la recuerdas con momentos decentes pero que a la hora de ponerla te cuesta mucho. La vi por primera vez en el 2001 o así, la volví a ver después y por último la pasada noche y tengo la sensación de que cada vez que la veo se me hace más larga.

David Twohy tiene sus méritos, por supuesto, y la película como digo tiene pequeños detalles de grande, pero el resto (demasiado larga) es demasiado insuficiente. A las criaturas les falta mucha personalidad, y a los personajes les falta conectar con el público. No empatizas con ninguno, únicamente con Riddick, y en el momento en el que lo único que quieres es ver a Riddick y sólo te importa que se salve él es que hay un gran problema con los personajes teniendo en cuenta que Riddick es, digamos, el malo.

La tensión de la primera hora está muy bien pero es un poco larga. Por mucho que te guste todo el tema de Riddick si te has puesto a ver Pitch Black es más bien para ver bichos y naves. Cuando llega la segunda hora (o casi hora) precisamente echas más en falta las apariciones de Riddick y te sobran los bichos y la historia.